Pie de foto El coronavirus es un bichito que según muchos nació en Wuhan, una región china en cuyos mercados poco salubres, con animales muertos y vivos juntos, surgió este virus, de rápido contagio y muy letal. Otros conspiranoicos hablan de que su origen está en un laboratorio y las razones serían más propias de 'Cuarto Milenio'.
En un mundo globalizado, el virus se extendió como la pólvora. En la China comunista-capitalista de partido y mando único, se aisló Wuhan de manera radical y se construyó un hospital en cuestión de días. Se cerraron fronteras y como los asiáticos ya estaban acostumbrados a tocarse poco y a ir con mascarillas, la pandemia se controló en menos de 60 días.
El virus fue de país en país y ya cada uno se ha ido apañando con lo que buenamente tenía en casa y podía. Corea del Sur, que es la versión buena y moderna de las dos Coreas, aprovechó que son líderes en tecnología para aplicar tests masivos a su población y controlarla por una APP. Un país que no frenó su economía, con pocos contagiados y menos muertos.
En otros países, como España o Italia, ha sido más caótico. Aquí nos besamos, abrazamos y otras 'amos' sin conocernos. Ni tenemos industrias locales textiles potentes -la mayoría están en Asia-, ni tecnología, ni se ha invertido en I+D+i, ni somos disciplinados. Cuando el virus ya era un peligro para la salud comenzamos a confinarnos, a comprar mascarillas como locos, muchas inservibles, y los tests no acaban de llegar. Resultado: más contagiados, más tiempo confinados, más hundida la economía y más muertos.
En naciones avanzadas como Estados Unidos o Inglaterra el caos ha sido muy superior a sus capacidades por la incapacidad de sus dos dirigentes, que negaron la mayor hasta que Nueva York sucumbió y el premier británico acabó en la UCI.
Y esto es todo, amigos, en 'Coronavirus para dummies' I Parte.
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