Pere Valenciano. Estoy viendo estos días una serie sublime que describe a la perfección la relación entre los mafiosos corruptos y los políticos que caen en sus redes a cambio de sobres, enchufes y canonjías de lo más variopinto.
Se llama ‘Crematorio’, está protagonizada por ese gran actor valenciano que era José Sancho, la emitió laSexta y cuenta con el curioso patrocinio de la Generalitat Valenciana. No en vano, describía la compra de voluntades en una zona agrícola vendida a los especuladores a base de talonario y con la participación de políticos corruptos guiados por un líder del choriceo.
Desconozco si la ficción está basada en hechos reales, pues todos conocemos un municipio donde apareció en un Seiscientos en los años 80 un personaje siniestro, que muy pronto se hizo con el poder local. Engatusó al alcalde, se alió con un constructor depredador, compraron a los concejales de todos los partidos, enchufaron funcionarios por un tubo y compraron campos de naranjos a precio de saldo, para después, una vez recalaficados los terrenos, comenzar a construir urbanizaciones, chalés, apartamentos, con unos beneficios multimillonarios para el constructor, su cómplice en el Ayuntamiento y la connivencia de los concejales, previo cobro en forma de sobres.
El sujeto, que llegó pobre del pueblo, se hizo millonario, compró casas, muchas a nombre de testaferros e hizo muchos favores, que siempre se ha cobrado, utilizando a quien ha hecho falta para masacrar a quienes les ha molestado.
Y, por supuesto, colocó a toda su familia, con sueldazos mensuales que ni los del cupón de la ONCE.
Pero, al final, le puede suceder como a José Sancho en ‘Crematorio’.
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