Centro penitenciario Antonio Asunción, en Picassent. EPDAEl sindicato CSIF alerta del “desamparo” que sufre el
colectivo de trabajadores del centro penitenciario Antonio Asunción, en
Picassent. La central sindical recuerda que existe más de un centenar de
vacantes en todas las áreas, que aumentarán debido a las jubilaciones y pases a
segunda actividad inminentes. En esta coyuntura, denuncia la agresión sufrida
por tres funcionarios ayer.
La Central Sindical Independiente y de Funcionarios
(CSIF) señala que a primera hora de la tarde de ayer domingo, el jefe de
servicio del módulo 8 de la Unidad de Cumplimiento se dirigió a una celda,
acompañado por dos funcionarios, ante la sospecha de que algunos internos estuviesen
en posesión de objetos prohibidos como teléfonos móviles o pinchos. Al
sorprenderles, los reclusos empujaron al jefe de servicio y golpearon a los
funcionarios, que tuvieron que solicitar
refuerzos para reducir a los presos.
El sindicato recalca que este suceso, al igual que otras
agresiones sufridas por funcionarios de prisiones recientemente, se enmarca en
un contexto de carencia de trabajadores y déficit en formación. Respecto a esta
última cuestión reclama una formación presencial, adecuada para la realidad del
medio y que alcance a la totalidad de los funcionarios.
CSIF también avisa de falta de medios materiales, como
“un vestuario no apto para este trabajo o unos guantes de cacheo comprometidos
por la Secretaría General y que no proporcionan”. Del mismo modo, el sindicato
explica que ha pedido la compra de pistolas eléctricas para su uso solamente
ante estas situaciones, “que ya se está adquiriendo para las Fuerzas y Cuerpos
de Seguridad del Estado y que se niega a los funcionarios de prisiones”.
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