Los trabajos de restauración de las pinturas murales de las
pechinas y cúpula de la
Capilla de la Tercera Orden Franciscana del antiguo convento de
San Bernardino de Bocairent han llegado a su fin tras tres meses de intenso
trabajo en ellas por parte de los técnicos del Instituto Valenciano de Conservación y de Restauración de Bienes
Culturales (IVC+r) de la Conselleria de Turismo, Cultura y
Deporte.
La capilla formaba
parte del complejo cenobítico del convento franciscano de san Bernardino, que
tras la desamortización de 1835 fue demolido para construir en él el actual
cementerio, quedando únicamente de aquel conjunto una de las capillas. Ésta
conserva unas pinturas murales muy interesantes. Por una parte, en las pechinas
están pintados cuatro santos de la orden franciscana o vinculados a ésta (san
Luis rey de Francia, santa Isabel de Portugal, santa Isabel de Hungría, y san
Roque) inscritos en unos medallones ovalados enmarcados por motivos
ornamentales de tarjas, rocallas, mascarones y putti de un claro sentido barroquizante. En la intersección de las
plementerías de la falsa cúpula encontramos las imágenes de san Francisco de
Asís y santo Domingo de Guzmán iluminados por el ojo divino o trinitario, dicho
óvalo está igualmente decorado con motivos de tarjas y rodeado todo él por el
cordón franciscano y coronado por el escudo de la Orden Tercera
Franciscana.
Las pinturas
presentaban, además de los deterioros típicos por la filtración de aguas
pluviales y la humedad, una importante capa de goma laca que no sólo provocaba
una alteración cromática considerable de éstas, sino que potenciaba los efectos
negativos de la humedad acumulada en la zona de las pechinas y dificultaba su
identificación. Completada la fase conservativa en la que se ha realizado la
eliminación de eflorescencias salinas y consolidación de morteros y grietas, se
ha abordado la limpieza de las pinturas murales, que ha constado de varias
fases (limpieza superficial del polvo, eliminación de la capa gruesa de goma
laca y la eliminación de una segunda capa de goma laca más fina, pero más
envejecida y adherida a la pintura). Finalmente se ha recuperado el cromatismo
original, lo que convierte esta obra en una de las piezas más singulares de la
pintura mural valenciana.
Las pinturas han
sido restauradas por el IVC+R gracias a una subvención de la Diputación de Valencia
que ha recibido la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción de Bocairent.
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