Inmaculada Maestu. EPDA
José Gómez Codina. Fotografía de Vicente Rupérez Ni las farmacéuticas
ocultan la cura, ni los teléfonos móviles o antenas producen
tumores cerebrales, ni contamos con dietas milagro, ni las recaídas
están garantizadas, ni los tratamientos son peores que la
enfermedad, ni requieren reposo ni en EEUU tenemos más posibilidades
de curarnos que en España.
El cáncer cambia la vida
de 277.394 personas anualmente en España. Una enfermedad que se
consigue curar en el 60% de los casos, que afecta cada vez a más
mujeres por sus hábitos tabáquicos, y con mayor incidencia en
próstata, mama, colorrectal, pulmón y vejiga.
Este martes es el Día
Mundial del Cáncer, con un recordatorio: el 40% de los tumores se
podrían evitar si dijéramos NO al tabaco, al alcohol, a la
obesidad, a la mala alimentación, al sedentarismo o a la exposición
al sol sin protección.
Pero también circulan
leyendas urbanas, sin ningún sustento científico, que desmontamos
con los jefes del servicio de Oncología de los hospitales La Fe y
Doctor Peset, José Gómez Codina e Inmaculada Maestu.
Existe cura para el
cáncer pero las industrias farmacéuticas no lo publican, para
mantener sus beneficios.
Es
una afirmación sin ningún fundamento. La competencia entre las
industrias farmacéuticas es enorme y cualquiera pugnaría por
conseguir un tratamiento eficaz contra el cáncer en general. Es más,
un secreto como este resultaría a corto plazo imposible de ocultar.
Y, además, en la comunidad científica uno de los objetivos
colectivos más preciados es, precisamente, el de la comunicación de
resultados. Los pacientes y sus familias pueden estar tranquilos,
porque los avances científicos se dan a conocer con urgencia en todo
el mundo a las pocas horas de publicarse.
El cáncer es siempre
incurable y, por tanto, tarde o temprano vuelve a aparecer.
Hoy en día y de modo
global puede afirmarse que aproximadamente un 60 % de todos los
tumores malignos son curables. Y hablamos de curación definitiva. Es
verdad que lamentablemente muchos casos todavía no se curan pero los
progresos son constantes y cada día conseguimos que los pacientes
vivan más años y con mejor calidad de vida.
Los tratamientos,
sobre todo la quimioterapia, son peores que la propia enfermedad.
Hace décadas que se
demostró de manera fehaciente que en la mayor parte de los casos y
en la mayoría de los tumores más frecuentes, la quimioterapia es
uno de los mejores tratamientos paliativos de que disponemos. Es
decir, que sin ella la evolución y los síntomas que produce serían
mucho peores.
Todos los tratamientos
hacen caer el cabello y producen vómitos.
Si bien es cierto que en
el pasado muchos de los tratamientos de que disponíamos (básicamente
la quimioterapia) hacían caer el cabello y podían producir náuseas
y vómitos, en la actualidad utilizamos alternativas (hormonoterapia,
inmunoterapia, terapia molecular, etc.) que no generan estos efectos
secundarios. Y si analizamos concretamente el caso de la
quimioterapia, muchos de estos fármacos no ocasionan alopecia y los
tratamientos para prevenir y evitar las náuseas y los vómitos han
mejorado mucho, de tal modo que la tolerancia global es mucho mejor.
Cuando se está
recibiendo tratamiento antitumoral, hay que hacer reposo.
Muy al contrario, el
ejercicio físico, además de disminuir el riesgo de padecer cáncer
(por ejemplo, de mama o colon), se ha visto que resulta beneficioso
durante los tratamientos con antineoplásicos. Por tanto, es
fundamental mantener la mejor situación funcional y social posible.
El cáncer siempre
duele.
El dolor es un síntoma
presente en el diagnóstico o a lo largo de la evolución de muchos
tipos de neoplasia, pero no en todos. Por ello, la ausencia de dolor
no excluye que pueda existir un tumor. Ante cualquier bulto,
especialmente si crece, ¡consulte a su médico!
El estrés y la
depresión pueden causar la enfermedad.
Antes de hacer una
afirmación así, conviene analizar qué otros factores pueden estar
incidiendo. Por ejemplo, en una situación de estrés o depresión
puede incrementarse el consumo de tabaco, alcohol u otros hábitos
tóxicos. Es cierto que una buena salud emocional puede ser una
herramienta que nos ayude en la lucha contra la enfermedad y su
tratamiento, pero siempre de modo indirecto.
Hay dietas milagrosas
capaces de curarnos.
Esta es una de las
leyendas urbanas que circulan hoy en día y que hay que desmentir con
rotundidad. Las dietas desequilibradas y
sin control (alcalinas, sin carbohidratos…) pueden deteriorar la
salud nutricional del paciente y empeorar su situación. Como decía
el profesor Grande Covián, “la mejor dieta es comer de todo”.
Por tanto, lo recomendable es mantener el equilibrio (como en todo) y
evitar las carencias nutricionales.
El cáncer se hereda
en muchas ocasiones.
Falso y conviene
aclararlo para tranquilizar a la población. Únicamente en un 5% de
los casos puede haber una mayor incidencia familiar y alguna carga
hereditaria. Puede darse esta circunstancia, que podría motivar un
estudio genético en este sentido, cuando se producen al menos 3
casos del mismo tipo de cáncer y en la misma rama consanguínea. Por
ejemplo, cáncer de mama en la madre, en una tía abuela materna y en
una hermana o cáncer de colon en el padre, un hermano y el abuelo
paterno. Fuera de estos casos, es excepcional que pueda existir algún
componente hereditario. Existen Unidades de Consejo Genético de
Cáncer en nuestro país para estudiar y aclarar estas situaciones.
Una biopsia o una
cirugía pueden provocar que el cáncer se extienda rápidamente.
No existe ningún dato
científico que apoye esta afirmación. Con una técnica correcta, la
práctica de biopsias o las intervenciones quirúrgicas son seguras y
son, además, unas herramientas fundamentales para conseguir buenos
resultados.
Los teléfonos móviles
y las antenas de telefonía son causa de tumores cerebrales.
Los datos existentes no
son en absoluto concluyentes y a fecha de hoy no puede sostenerse
esta conclusión.
Las posibilidades de
curación del cáncer son muy superiores en los grandes centros
americanos que en nuestro país.
Es otra de las ideas que
hay que desmentir de raíz. Las posibilidades de curación o de
supervivencia en nuestro país son, cuanto menos, idénticas a las de
los centros acreditados de Estados Unidos o de cualquier país
avanzado. Es más, nuestra red de asistencia sanitaria pública
ofrece mejores coberturas globales que las que tienen los ciudadanos
americanos y mejores cifras globales en salud de la población. Aquí,
todos los pacientes tienen el mismo derecho al acceso a los
tratamientos, con independencia de su renta. Es necesario recordar y
poner en valor las enormes ventajas que ofrece la sanidad pública
española, pese a la existencia de áreas objeto de mejora.
El cáncer
es contagioso
Se
trata de un mito falso. Lo que ocurre es que existen algunos virus
contagiosos que están involucrados en el desarrollo de algunos
cánceres. Así, el Virus del Papiloma Humano (transmisión sexual)
se relaciona con el cáncer de cuello de útero y algunos cánceres
de la garganta, mientras que los virus de la Hepatitis B o C
(transmisión sexual o por compartir jeringuillas) se relacionan con
el cáncer de hígado.
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