Dani Huertas, de Puçol. FOTO: EPDA.
Del 20 al 29 de abril se celebra el Mundial de
Dardos en Las Vegas y la Asociación de Dardos Puçol estará presente, aunque
sólo habrá un jugador de la población, Dani Huertas. El resto ha tenido que
renunciar por problemas económicos o laborales. No es algo nuevo, ya
renunciaron a participar en el Europeo de Holanda por falta de presupuesto. El
fin de su cetro mundial parece cada vez más la crónica de una muerte anunciada.
En 1999, Amor Moreno
ganaba el Campeonato del Mundo de Dardos en Las Vegas y poco después era
proclamada mejor jugadora española de todos los tiempos. Alcanzada su meta,
hizo un punto y aparte y colgó la diana para casarse con Dani Huertas, tener
una hija y dedicarse a otras actividades en la vida.
Pero la diana tira mucho
y un lustro después ambos volvieron al mundo de los dardos.
Montaron la Asociación de
Dardos Puçol y comenzaron a formar un equipo que en apenas dos temporadas logró
ganarlo todo en este país (provincial, autonómico y nacional), por lo que
acudió a Las Vegas 2011, su segunda cita mundial. Allí, Edu Sales, Juan Huertas
y Amor Moreno consiguieron la primera plaza en parejas mixtas.
Amor y su gente habían
vuelto y con ellos los dardos volvían a colocar a Puçol en la cima del mundo.
La hazaña se repitió en
2012 en el Mundial de Dardos de Chicago. Allí fueron Amor y Thais quienes
lograron el primer puesto por parejas.
“Ya entonces los problemas económicos eran importantes, porque no tenemos
patrocinadores ni públicos ni privados, así que hicimos un esfuerzo para
participar, sobre todo porque en Chicago los gastos del viaje de todo el equipo
corren por cuenta de la organización, algo que no sucede con el equipo completo
que viaja a Las Vegas, donde parte lo pagamos nosotros”, explica Dani
Huertas, capitán del equipo Asociación de Dardos Puçol.
Sin embargo la crisis
siguió haciendo diana en el equipo y en octubre pasado llegó su primera gran
desilusión: pese a haber ganado el Campeonato de España, no pudieron acudir al Campeonato
de Europa que se celebraba en Holanda por falta de fondos. Había que pagarse el
viaje, la inscripción y todos los gastos… algo complicado cuando en la familia
algún miembro no tiene trabajo.
La renuncia al europeo
podía ser un capítulo aislado, pero lamentablemente comienza a ser una triste
realidad: “Mi hermano Juan Huertas, que
acaba de ganar el Torneo Internacional de Girona, no acude a Las Vegas porque
no se lo ha podido arreglar en su trabajo, y eso que él tiene suerte porque
trabaja. Tampoco acudirá Javi porque no tiene los fondos suficientes. Así que
sólo vamos tres jugadores de la asociación: Edu Sales, que es de Castellón;
Denise Oliete, que viene desde Vall d’Uixó; y yo mismo, el único vecino de
Puçol”, se lamenta Dani.
Para poder completar los
cinco jugadores reglamentarios con los que tiene que acudir la Asociación de
Dardos Puçol, en Las Vegas se unirán a dos amigos de Alicante a los que conocen
desde años por haber coincidido en distintas competiciones.
Habrá representación de
Puçol, pero es posible que sea la última: la renuncia de Dani y Amor a acudir
al europeo en Holanda y la renuncia de Juan y Javi para acudir al Mundial en
Las Vegas suponen una brecha importante en la posibilidad de defender los títulos
alcanzados frente a la diana.
Al final la clave siempre
es el dinero, aunque no hablamos de grandes cantidades, sino de una fórmula
para salvar el día a día de algunos de los pocos campeones del mundo que tiene
en la actualidad Puçol.
“No tenemos local propio, por lo cual cada vez que queremos entrenar
tenemos que ir a una cafetería que nos sirve de sede, pero cada partida de
entrenamiento supone echar una moneda. Al final, hay jugadores que están en
paro y no vienen a entrenar porque no se pueden permitir ese gasto dos o tres
veces por semana. Incluso hay algunos que han dejado de venir porque no pueden
pagarse los viajes a cada competición. Resulta difícil creer que sigamos
teniendo campeones de España y del Mundo cuando apenas podemos entrenar”,
finaliza el capitán de la asociación y del equipo que defenderá los títulos del
mundo conseguidos en Las Vegas y Chicago.
En la que puede ser su
última temporada en la élite mundial, Dani y Amor siguen abiertos a cualquier
propuesta, pública o privada. Su ilusión sigue siendo la misma con la que
volvieron después de su prolongado retiro: montar una escuela donde enseñar a
los más jóvenes los secretos de los dardos. No necesitan mucho, apenas una sala
donde poner reunirse y una diana en la que entrenar sin que eso le suponga una
sangría económica a cada jugador.
Un espacio pequeño, con
horario flexible y una máquina de dardos. Así podrán competir y transmitir su
pasión a las nuevas generaciones.
Del resto ya se ocupan
ellos, tienen sobrada experiencia: pocos clubs pueden presumir de tener a una
campeona del mundo en tres ediciones distintas.
El problema es que el
tiempo se acaba. Quizá Las Vegas sea su última oportunidad de acudir a un
mundial si no llega el apoyo privado o institucional.
Los campeones del mundo
de dardos buscan un local para crear escuela. Es una apuesta segura: ¿alguien
se anima a dar en la diana?
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