Podemos Camp de Túria./epda En nuestra próxima cita con las urnas debemos hacer un ejercicio de inteligencia emocional, hacer de tripas corazón y ver más allá de las estrategias electorales.
En esta campaña se oyen palabras muy gruesas como aborto y eutanasia, cuestiones que son ideológicas y que necesitan de un debate serio y responsable en nuestra sociedad, son cuestiones que nos llegan a las entrañas y que nos polarizan sin aportar soluciones reales.
Se vuelven a utilizar las pensiones como baza electoral y arma arrojadiza y los tan precarizados servicios públicos como promesas de un futuro mejor.
Nos estamos jugando nuestros derechos y los de nuestros hijos e hijas, derechos sociales que son la base de un Estado de bienestar, las pensiones, la sanidad, la educación, las ayudas a las familias. Estamos viendo donde son capaces de llegar para seguir gobernando e impedir que una formación política nueva, que ha devuelto la confianza y las ganas de ser partícipes a los ciudadanos, no llegue a gobernar.
Hasta ahora, se había evitado debatir sobre estas cuestiones mediante la tan manida Venezuela y la supuesta financiación ilegal, debemos estar atentos a las respuesta a las políticas para la gente que se proponen, aunque aún les queda Cataluña para sacar rédito político y volver a remover tripas.
En nuestra próxima cita con las urnas debemos olvidar el folclore patrio y la España rancia que nos ha dejado una deuda impagable, los esqueletos de la especulación urbanística y la resaca de los grandes fastos como legado de su gestión.
Nuestros hijos nos reclaman un mundo sostenible, de ahí la necesidad de pensar con el corazón y más allá del ruido mediático decidir qué políticas pueden incidir más en nuestro bienestar y en el medio ambiente. Se hace necesario desempolvar las instituciones, darles luz, abrirlas a la sociedad civil, conocer la verdadera dimensión de la deuda heredada y empezar a hacer políticas para la gente con la gente y no para un poder económico depredador y codicioso.
Hay que ir a votar sin temor, transformarlo en valor. Tantas cosas nos dijeron que no se podía, se revalorizaron las pensiones, se subió el salario mínimo y esto es solo el comienzo.
No se puede hablar de horizonte verde y permitir la construcción de un megapuerto a costa de nuestra huerta, no se puede hablar de protección de nuestros agricultores y votar en Europa a favor de tratados económicos fagocitadores de nuestra economía. En Podemos velamos porque estas políticas no se lleven a cabo y sabemos que sí se puede y que no es suficiente lo realizado, queremos más. Votemos con el corazón.
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