Eduardo Ovejero.
Las Señas de Identidad son un conjunto de
características que permite saber o reconocer quién es una persona o qué es
alguna cosa distinguiéndola de otras. Reafirmando la voluntad de seguir
impulsando las iniciativas que impliquen voluntariamente todavía más a los ciudadanos
en la defensa y respeto de nuestros símbolos, de nuestras señas de identidad,
de nuestras tradiciones, debemos seguir fortaleciendo, ya no sólo nuestro
cuerpo y alma, sino también nuestra conciencia. Comprendiendo mejor que las
diferencias existentes entre las regiones es un tesoro para España, nuestra
Nación.
Siempre, pero especialmente en la celebración
del 775 Aniversario de nuestro origen como Reino, debemos seguir instando a
quienes corresponda que adopten las medidas necesarias para promover la
defensa, promoción, difusión y divulgación de los símbolos, las señas de
Identidad, las tradiciones e instituciones que definen el pasado, singularizan
el presente y sientan las bases del futuro compartido del Pueblo Valenciano.
No tengamos miedo del futuro, hay que desechar
la creciente falta de confianza en nosotros mismos. Incluso hay algunos que
insisten en cuestionar los principios que conforman nuestra Identidad, para, si
pueden al final destruirlos. Por ello es necesario y urgente que recobremos la
confianza, tomando las decisiones para afrontar los nuevos retos.
Debemos ser optimistas, ahora que por fin la
globalización ha hecho que muchos países tengan la oportunidad de progreso, los
valencianos por nuestra idiosincrasia estamos mejor preparados que otros, y si
incrementamos y retomamos los valores que desde hace siglos nos definen como
emprendedores, dialogantes y sin temer las fronteras, nuestros productos serán
un atractivo y saldremos rápidamente de esta crisis. Podemos defender y practicar
en este mundo global, nuestra singularidad.
“Somos un pueblo inquieto e inconformista que
nunca ha esperado que las soluciones vengan de fuera, nadie nos ha regalado
nada”, y sin embargo nuestra solidaridad con el resto de España es otra de nuestras
señas. Hasta en nuestro Himno lo contemplamos: “Para ofrendar nuevas Glorias a
España”…
Por lo tanto debemos estar orgullosos de
nuestros valores, principios y señas de identidad.
“Cuando Jaime I conformó el Reino, quería una
sociedad diferente, flexible, productiva, no sometida a ligaduras tradicionales
de aquella época, quería una gente MÁS activa, emprendedora y acogedora, que la
de las frías tierras del norte”, y lo consiguió. De esa concepción venimos y
seguimos practicándola.
Todos juntos debemos garantizar la defensa de
nuestros Símbolos, Señera, Himno, lugares como el Monasterio de El Puig de
Santa María y otros, pues estoy convencido que todos o casi todos, los que
vivimos aquí, hayan nacido o no, creemos y amamos esta tierra y su singularidad.
Por lo tanto, no debemos permitir que nadie intente difuminarlos ni
cuestionarlos. Demos la espalda a quienes habiendo nacido en este territorio,
aborrecen de nuestra tradición e Identidad.
Nuestro futuro, puede estar en juego.
“Rechacemos aventuras extrañas y quimeras, rupturas o chantajes”.
Comparte la noticia
Categorías de la noticia