María Villajos Cuando explicamos a la ciudadanía en qué consiste la política siempre terminamos hablando de las preocupaciones que supuestamente envuelven su día a día. Venimos a la política justamente a ser la solución, y no el problema, o, al menos, esa fue mi intención el día que me embarqué en esta aventura. Tratamos todas las reivindicaciones de cada asociación o persona para que puedan llegar a solventarse aun no estando en el gobierno municipal. La razón para todo eso es sencilla y no va más allá de la dejación de funciones que caracteriza al segundo mandato del señor Sagredo desde el minuto cero, allá por junio de 2019.
Y con las Cuevas de Paterna no ha pasado nada diferente. Llevan desde hace doce meses esperando que el alcalde de Paterna se digne a instalar unas vallas, sí, unas vallas, y un muro de carga para que la inundación de una de las cuevas no afecte al resto. Doce meses tirándose la pelota con la Conselleria para absolutamente nada. Doce meses dejando pasar el tema mientras quienes viven en este precioso enclave de nuestra ciudad no tenían solución y siguen sin tenerla. Y no crean: no piden imposibles. Sólo exigen un Plan Municipal que abogue y apueste por la protección de un enclave que, como ciudadana de Paterna, me comprometo a cuidar y proteger y siento que todos deberíamos hacer lo mismo. Porque no sólo hablamos de un Bien Cultural, que también; aquí hablamos de personas.
Doce meses, como decía, esperando una solución al menos parcial pero que no satisface, de ninguna de las maneras, las reivindicaciones de la Asociación de Vecinos de las Cuevas de la Torre y Adyacentes. Es simplemente un parche más a un problema que parece hacerse crónico ante la inacción de, por un lado, el consistorio y, por otro, la Conselleria de Educación, Cultura y Deporte. Porque no fue hasta la semana pasada que el alcalde pareció reaccionar publicando una nota de prensa lanzando la pelota al tejado del gobierno autonómico. Y todo gracias a la visita de Vicent Mompó a la zona afectada. Gracias de nuevo, presidente.
Una vez más, señor Sagredo, usted se pone de perfil y no toma la iniciativa para resolver un problema que afecta al corazón de nuestra ciudad. Y es que el paisaje urbano de las cuevas-vivienda es único y cuenta con un potencial turístico que deberían garantizar y por el que han de apostar las instituciones.
Hablamos de dejación de funciones. Hablamos de disfunción de su gobierno local.
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