Cristóbal Aguado Laza
José Vicente Aguado TronchoniÚltimamente
aludimos mucho al espíritu de la Transición para poner de manifiesto la
creciente crispación y dificultad que exhiben los partidos políticos o las
entidades sociales para alcanzar acuerdos beneficiosos para el conjunto de la
sociedad. En un escenario más delicado que el actual, personas con puntos de
vista en principio irreconciliables dieron una lección de diálogo y generosidad
para construir una España democrática. En el sector agrario ese espíritu
también tendió puentes hasta el punto de unir el asociacionismo en torno a unas
pocas asociaciones con una fuerte representatividad y una potente voz
reivindicativa.
Si AVA y
ASAJA se han convertido en las organizaciones agrarias de referencia dentro de
la Comunitat Valenciana y de España, respectivamente, es por el compromiso, la
lealtad y la lucidez prestada por agricultores como José Vicente Aguado
Tronchoni, fallecido este martes por el maldito Covid-19. Mientras unos solo
ven su ombligo y anteponen siempre sus intereses personales al bien común,
otros como José Vicente han sabido mirar más allá para dejarnos un campo más
unido.
La suya fue
una vida volcada al servicio de los agricultores desde los primeros años de su
juventud, cuando no dudó en compaginar el duro trabajo agrícola con cargos de máxima
responsabilidad en la Hermandad de Agricultores de su Picassent natal y en la
Cámara Provincial Sindical Agraria de Valencia. Un ejemplo de lo que estaría
por venir fue la gestión que protagonizó a la hora de modernizar los caminos
rurales de la zona, una medida pionera que llamó la atención del mismísimo
Gobierno.
Con la
aparición de las primeras organizaciones agrarias, José Vicente fue una de las
17 personas que firmaron el acta fundacional de la Asociación Valenciana de
Agricultores (AVA en sus siglas iniciales) en 1977. Cuando años después
presidía otra entidad, Jóvenes Agricultores, demostró de qué pasta estaba hecho
al renunciar a su sillón e impulsar la unión entre ambas asociaciones
valencianas. Hasta la actualidad continuó remando hacia el desarrollo y la
consolidación de la organización, bien como miembro de la Junta Directiva bien
como presidente de la Asociación Valenciana de Agricultores Mayores (AVAM).
Hasta el último día.
A nivel
nacional su figura también sobresalió mediante la aportación desinteresada en
aras de auspiciar la constitución de la Asociación Agraria de Jóvenes
Agricultores (ASAJA) en 1989, un proceso nada sencillo ya que requirió la
fusión del CNAG, CNJA y UFADE. Durante años representó a Jóvenes Agricultores y
a ASAJA en los foros comunitarios, tanto en el COPA-COGECA como en el Comité
Consultivo de Frutas y Hortalizas. En reconocimiento a su dilatada trayectoria
recibió en 1974 la Cruz de Caballero al Mérito Agrícola y en 2012, coincidiendo
con el 35 aniversario de AVA-ASAJA, la Distinción Extraordinaria. Sin embargo,
el mayor homenaje que todo el sector puede rendirle es recordar, agradecer y
seguir su ejemplar dedicación en defensa de los agricultores y ganaderos.
Comparte la noticia
Categorías de la noticia