El adiós al Estado de nuestros derechos y el Bienestar, es un hecho que poco a poco se nos viene imponiendo desde ese IV Reich, en que se está convirtiendo Alemania, desde el "ordeno y mando" prusiano de su cancillera señora Merkel.
Yo comprendo que los bancos alemanes quieran cobrar la pasta prestada (más de 150.000 millones de euros) a la Banca española. Y cuando digo Banca, me refiero principalmente a la casi totalidad de las Cajas de Ahorros de "nuestros horrores". Ya que todas ellas han estado auto dirigidas durante los últimos años por esos Consejos de Administración compuesto por ese ejercito de "chorizos", "golfos" y "zampabollos", nombrados siempre desde nuestras más ilustres cúpulas políticas. Sean estas del pelaje político que sean. Pues por mucho que se disfracen de Caperucita, mucho nos tememos que vienen a ser los mismos "lobos", pero que llegada la hora suelen morder y "choricear" todos por igual.
Pero digo yo, si la deuda es procedente del sector privado, a causa de la compra desmesurada de ladrillos, por qué santísimos cojones tiene que hacerse frente a esa deuda (privada) a base de recortes draconianos desde ese sector público, donde no ha existido ningún tipo de déficit que se sepa. Entonces, ¿por qué narices nuestra Sanidad, nuestra Educación, la prestación farmacéutica a nuestros abuelos y jubilados, nuestros funcionarios, nuestra investigación (i+d+i), etc, tienen que pagar los mangoneos, excesos y meteduras de pata de los gestores del sector privado? ¿Por qué no se paga la deuda a base de ese mismo ladrillo, para el que se han concedido dichos créditos ? Yo desde luego debo de ser un "tonto del haba", pues cada día entiendo menos.
No sé dónde quiere llegar el Sr. Rajoy y su equipo económico de "superdotados", con la aplicación de este paquete de recortes, donde de paso se premia con una amnistía fiscal a toda clase de chorizos y defraudadores. La transformación del Estado de los Derechos y el Bienestar, en una sociedad del Paro, la Desesperación y la Caridad, es un hecho que está ahí, a la vista de todos.
Pelotas y pena
Hay que darse una vuelta por los pueblos de nuestras comarcas, y da pena, así como algo de vergüenza ajena, ver como profesionales cualificados con el subsidio de paro finiquitado, tienen que hacer de tripas corazón e ir a hacerle la pelota al "alcaldillo" de turno para así poder conseguir un trabajo de mierda de 800 euros al mes, tirando de escobillón y barriendo todo lo que se les ponga por delante. A este respecto, vaya por delante el respeto que me merecen todos aquellos alcaldes que las ayudas a sus conciudadanos la dispensan como un simple acto de Justicia. Y mi más absoluto desprecio para aquellos que la necesidad y el hambre ajena la suelen instrumentalizar en beneficio político propio, a través de una Caridad mal entendida. Pues no hay nada más esclavo que el miedo y el estómago vacío. Por lo tanto, no dejemos que la necesidad nuble nuestro entendimiento y dignidad, confundiendo la Gracia y los Favores con la Justicia, ni la Caridad con nuestros legístimos Derechos, como pueden ser el Trabajo, la Educación o la Sanidad.
El economista José Luis Sampedro apunta con su acostumbrada lucidez, que si bien Zapatero era un inútil en materia económica, Rajoy no deja de ser un auténtico pirómano en medio de un incendio. El uno creía vivir en el País de las Maravillas, mientras que Rajoy nos está sumiendo, día a día, en el País de los Horrores. Añadiendo, que existen dos clases de economistas los que hacen más ricos a los ricos, y los que evitan ser menos pobres a los pobres.
Por lo tanto, cabría recordarle con humildad a Rajoy, los consejos del Premio Nobel Paul Kruggman, al recomendarle hacer todo lo contrario de lo que está haciendo. Evitando así que nos siga hundiendo más en esa miseria que aboca a España hacia una gran depresión económica de consecuencias sociales inimaginables.
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