Un agente de la Guardia Civil de Tráfico da el alto a un vehículo durante un control. EFE/ Manuel Bruque/Archivo La Plataforma per la Llengua ha presentado una denuncia contra dos
agentes de la Guardia Civil de Tavernes de la Valldigna (Valencia) por
abuso y discriminación lingüística, ya que, al parecer impidieron a dos
jóvenes expresarse en valenciano.
En esta denuncia, en la que se
reclaman sanciones para ambos agentes, ha sido presentada ante la
Subdelegación del Gobierno en València y también ante la Oficina de
Derechos Lingüísticos de la Generalitat Valenciana, ha informado la
citada plataforma en un comunicado.
Los hechos se produjeron el
pasado 29 de diciembre, cuando el vehículo en el que viajaban cuatro
personas que se dirigían a un festival de música fue parado por una
patrulla de la Guardia Civil durante 40 minutos a la salida de una
gasolinera para practicar un control de alcoholemia y consumo de drogas.
Según
la denuncia, el conductor del vehículo dio las buenas tardes al agente
en valenciano y éste respondió: "a mi me habla en español, que estamos
en España".
El joven respondió que "podemos hablar en valenciano,
porque estamos en Valencia", a lo que el agente respondió con una
amenaza: "Si continúa hablándome en valenciano no nos vamos a entender y
me lo llevaré al cuartel. Me va hablar en español", siempre según la
versión de Plataforma per la Llengua.
Cuando el conductor se
desplazó hasta el coche patrulla para someterse a los controles de
alcohol y drogas los agentes le mantuvieron aislado y sin permitirle
coger una chaqueta, e insistiendo en la advertencia: "Si no me habla en
español le llevaremos al cuartel, necesitarán un intérprete y se les
fastidiará la fiesta".
Una de las jóvenes ocupantes del coche se
dirigió a otros jóvenes que viajaban en otros vehículos y que aguardaban
para someterse a los controles, momento en el que el segundo de los
guardias le dijo que si "incitaba" a otros a hablar en valenciano
estarían "obstruyendo a la autoridad" y "serían llevados a un cuartel".
Este
agente comunicó al conductor que "si su compañera continuaba con esa
actitud la detendría por la Ley de Seguridad Ciudadana, más conocida
como 'ley mordaza'", siempre según la versión de los denunciantes.
Según
ha afirmado Manuel Carceller, portavoz de la Plataforma per la Llengua,
"los guardias civiles entendieron perfectamente la expresión en
valenciano de las personas retenidas pero consideraron un acto de
desobediencia la expresión normal en valenciano. Son hechos que hay que
considerar como muestras de prejuicio ideológico, impropios de unos
miembros de un cuerpo de seguridad del Estado".
"Los guardias
civiles y el resto de las fuerzas de seguridad, por ley, tienen que
garantizar la atención al ciudadano en la lengua que este solicite,
siempre que esta sea oficial en el territorio", ha agregado.
Según
valoración del portavoz de la Plataforma per la Llengua, "este
artículo, aunque no obliga los funcionarios individualmente a saber
valenciano, sí que impone a la administración un deber de organizarse,
de tal manera que la atención en esta lengua esté disponible".
"En
todo caso, un trabajador público no tiene el derecho de exigir a un
ciudadano que no hable su lengua, cuando se trata de una lengua oficial,
ni puede amenazarlo, ni intimidarlo en un servicio por esta razón".
La Agencia EFE ha recabado la versión de la Guardia Civil sobre lo sucedido, aunque no ha obtenido respuesta por el momento.
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