¿Te apareció una mancha roja de sangre en el ojo y estás a punto de salir corriendo a una
clínica oftalmológica? No te alarmes, seguramente se trata de un
derrame ocular y esto no es tan grave como parece.
Sabemos que los ojos constituyen uno de los órganos más importantes del ser humano, por eso entendemos tu preocupación ante este incidente. Lo que no sabes es que tu angustia puede ser más fuerte que la realidad.
Si quieres conocer los síntomas de este problema, por qué ocurre y cómo puede tratarse, continúa leyendo. En este artículo te contamos todo lo que debes saber sobre el
derrame ocular.
¿QUÉ ES UN DERRAME OCULAR?
Lo primero que debes entender es que un derrame ocular no es más que una hemorragia que ocurre en la conjuntiva del ojo, una membrana delgada y transparente que recubre la parte blanca del ojo o esclerótica.
Esta capa tiene la función principal de proteger los ojos, pero también ayuda a lubricar el globo ocular produciendo mucosidad y lágrimas; aunque en menor medida que las glándulas lagrimales.
POR QUÉ SE PRODUCE UN DERRAME OCULAR
La hemorragia en la conjuntiva se produce por la ruptura de uno de los vasos sanguíneos de esta membrana protectora. Esto puede deberse a diferentes causas:
- Aumento brusco de la presión sanguínea. El factor más común del derrame ocular. Generalmente se debe al impacto que recibe el ojo cuando se estornuda o se tose muy fuerte.
- Traumatismos. Recibir un golpe en la zona ocular puede provocar la rotura de capilares.
- Fatiga ocular. Leer, conducir o estar expuestos a las pantallas por largos períodos de tiempo ocasiona resequedad y, por lo tanto, picazón. Frotarse los ojos enérgicamente es lo que suelen hacer las personas en este caso, y esto puede suscitar una hemorragia subconjuntival.
- Hipertensión arterial. Cuando se eleva la presión arterial repentinamente se ven afectados los vasos sanguíneos del ojo. Por esta razón es importante que te midas la tensión al momento del derrame.
- Diabetes. Esta enfermedad daña progresivamente los vasos sanguíneos de la retina, lo que se conoce como retinopatía diabética.
¿CÓMO TRATAR UN DERRAME OCULAR?
Si acudes a la clínica oftalmológica, te sorprenderá escuchar que no existe ningún tratamiento para el derrame ocular; dado que esta patología no implica peligro alguno y que la mancha de sangre se reabsorbe por sí sola de 8 a 10 días.
No obstante, si desconoces la causa de la hemorragia, es necesario que te realices un chequeo médico para determinar el motivo del derrame. Recuerda que tras este inconveniente se puede esconder una enfermedad verdaderamente grave.
Ahora bien, si además de tener una mancha de sangre en el ojo presentas dolor fuerte, sientes calor en la zona, dejas de ver con normalidad o la hemorragia es externa, debes acudir inmediatamente a una clínica oftalmológica.
La ruptura de un vaso sanguíneo puede ser muy aparatosa y alarmante, pero la verdad es que los derrames oculares no suelen ser graves. Siempre y cuando no tengan relación con otras enfermedades bases como la hipertensión arterial o la diabetes.
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