Estado actual de la discoteca Nassau de Sagunt. EPDA A punto de
cumplir el vigésimo aniversario del cierre de la discoteca Nassau de
Sagunt, su recuerdo todavía perdura en muchos vecinos de la comarca.
El mítico templo
del bakalao acogía cada fin de semana a centenares de jóvenes de
distintos puntos de la Comunitat Valenciana, desde el sábado hasta
el mediodía del domingo. Era el epicentro de la música electrónica
en el Camp de Morvedre. Numerosos dj’s de renombre han hecho
resonar las paredes de hormigón de las dos salas de la discoteca: la
interior ambientada con luces psicodélicas y la exterior formada por
una amplia terraza con piscina incluida. Ahora esas paredes llenas de
grafitis, sucias y abandonadas han comenzado a desaparecer.
El Ayuntamiento
de Sagunt ha ordenado a los propietarios de la antigua discoteca su
demolición ante su estado de ruina. Y lo deben hacer en el plazo de
un mes desde su notificación, término que finaliza este próximo
domingo 25 de noviembre, tal y como ha afirmado el edil de Urbanismo
del Ayuntamiento de Sagunt, Pablo Abelleira.
Amasijo
Las obras ya han
comenzado y el inmueble ya se parece más a un amasijo de cemento que
a la catedral del bakalao que fue durante años.
Su época de
esplendor fue la década de finales de los 80 y principios de los 90,
y sus primeros signos de decadencia llegaron a principios del siglo
XXI cuando la mítica discoteca sólo abría para fiestas
estudiantiles.
Casi
20 años después, el templo del bakalao de la comarca comienza a
desaparecer de la retina de los vecinos de Sagunt, pero nunca dejará
de estar presente en la memoria de los miles de jóvenes que pasaron
y disfrutaron de su música electrónica. La nostalgia invade hoy la
generación de la Ruta del Bakalao de València.
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