Paco Gómez. EPDA Estamos a punto de finalizar uno de
los peores años de nuestra historia. Un año para olvidar. Una pandemia mundial
no prevista llegó en marzo, cuando nos estábamos preparando para celebrar, un
año más, nuestras fallas. Empezó a arrasar con todo, creíamos que “se había
ido” de vacaciones de verano, pero aquí sigue, sin apenas dar tregua, dispuesta
a quedarse mientras nosotros nos aferramos a la esperanza de la aparición de
las vacunas que la combatan, y que hagan que este virus, sea una más de las
historias a estudiar en los libros de historia.
Nadie estaba preparado para esto.
Si gobernar cualquier pueblo, ciudad, país... ya de por si es complicado, si a
esto le añadimos un gobierno en minoría y tener que funcionar justo en este
2020 con un presupuesto prorrogado, ha hecho que para Massamagrell, el año haya
sido más complicado aún. Funcionar con n presupuesto prorrogado es complicado.
Para quien no lo entienda: Cualquier tipo de inversión, desde cambiar una simple
farola o una señal en una calle, hasta comprar un ordenador o la caldera de un
colegio, todo tenía que pasar primero por el Pleno, negociar con el resto de
grupos que te lo aprobasen, y después de dos publicaciones en el BOP, casi dos
meses después, tu podías dar solución a un problema.
Ya lo dijimos cuando presentamos
los presupuestos más sociales de la historia de Massamagrell, que no aprobar un
presupuesto municipal no es sólo perjudicar al gobierno local, sino que sobre
todo, es perjudicar a los vecinos y vecinas de Massamagrell a los que les vamos
a retrasar durante todo un año el no poder solucionarles los problemas en ese
instante.
Ahora, con el borrador del
presupuesto municipal para 2021 sobre la mesa, y recordando el difícil año que
hemos pasado, pero sobre todo, pensando ya en el año que está a punto de
empezar, toca volver a hablar con los diferentes grupos municipales para
presentarles, para ofrecerles, para pedirles sus aportaciones a un presupuesto
de reconstrucción, pero sobre todo, para pedirles altura de miras.
Espero que este año nos haya
servido a todos de lección, y que no volvamos a cometer el mismo error de este
2020, y que con las aportaciones de todos, podamos sacar adelante algo que
nuestros vecinos y vecinas desean y necesitan, pero sobre todo, que hagamos lo
que nos piden y esperan de nosotros: Diálogo y acuerdos en tiempos de
pandemia.
Es el momento de la
responsabilidad, de guardar los egos, de intentar aparcar odios y rencores, de
colaborar y aportar, de pensar primero en los vecinos y vecinas de Massamagrell
y no en el “qué hay de lo mío”. Es ahora o nunca. Y en este examen, los que
evalúan, son los vecinos y vecinas de Massamagrell. No nos equivoquemos otra
vez.
Comparte la noticia