Salvador Puigdengolas. EPDA Tan sólo es necesario asomarse a
la ventana de las numerosas ferias internacionales para tomar
consciencia que la digitalización de nuestra sociedad, y por ende de
nuestra economía, ha pasado de ser una prioridad a ser una necesidad
imperiosa. Necesidad que nos afecta a todos, en general, y a los
sectores y unidades productivas, en particular.
Tren en marcha en los que no sólo
son relevantes aspectos productivos como la industria conectada, la
inteligencia artificial, el machine learning o el internet de las
cosas, entre otros, sino que debemos referirnos a un cambio de época
también en aspectos sociales, puesto que la transformación digital
modificará nuestra forma de gestionarnos, transportarnos y
relacionarnos.
Pero frente a la necesidad de
llevar a cabo esa transformación digital, empresarial y como
sociedad, nos encontramos con la realidad social de ubicarnos en un
bajo estado y bajo impulso en digitalización, es decir, en una zona
denominada "watch out" según el estudio, del 2017, de la
Boston University, agravado, este hecho, en la no disponibilidad de
expertos en TIC, donde en España sólo el 53% de los ciudadanos
cuenta con competencias básicas en tecnologías.
Y es ahí donde debemos centrar
esfuerzos, ya que no sólo debemos construir los cimientos que han de
acoplarse, sino que demos acelerar para construir una red que no nos
haga perder ese salto disruptivo que se está produciendo en la
economía global. Esfuerzos que deben traer la creación de
oportunidades en base a empleos estables y de calidad en sectores
técnicos, en particular, debido a la especial formación en áreas
tecnológicas que requiere toda adecuada transformación digital y,
por ende, el progreso de nuestra sociedad.
Tendencia muy actual que debemos
aprovechar con el objetivo de transformar una realidad formativa
enfocada hacia una realidad social y empresarial que nos proyecte
hacia un escenario en el que, se prevé, habrá cerca de 900.000
puestos de trabajo por cubrir en áreas tecnológicas. Y es en esa
necesidad de formación y divulgación de oportunidad en este mundo
global, donde el 50% de la población tiene acceso a un internet y
hay más de 8.000 millones de dispositivos móviles conectados, hacia
donde el Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de la Comunitat
Valenciana –COIICV-, en sus tres sedes ubicadas en Alicante,
Castellón y Valencia, ha dirigido sus acciones de difusión y
formación sobre las posibilidades tecnológicas y operativas de la
digitalización en la Oficina de Transformación Digital -OTD- puesta
en marcha por el Ministerio de Economía y Empresa a través de la
entidad pública Red.es, habiendo servido para fortalecer el
ecosistema de soporte a la PYME, en materia tecnológica, y habiendo
ofrecido servicios de dinamización y apoyo en sus procesos de
transformación digital y resolución de consultas sobre metodologías
TIC.
Pero esa realidad debe ir en
paralelo a la necesidad de mejorar nuestro nivel de innovación en el
que la inversión de las empresas, en I+D+i y según las últimas
cifras conocidas, se ubican en torno al 6%, lejos del 10% que, por
peso económico de la Comunitat, nos correspondería. Datos
refrendados con el reciente estudio del Observatorio de la Industria
de la Comunitat Valenciana publicado por el COIICV, que exponía que
el 70% de las empresas no tenía departamento de I+D+i (cuando hace
20 años ese porcentaje era del 60%) y sólo el 16% de las empresas,
de 10 o más trabajadores, emplea a especialistas en TIC.
Conjunto de acciones, eventos y
actividades celebradas en la OTD del COIICV que durante todo 2019 se
han celebrado con el fin de acelerar la incorporación a la economía
digital del tejido productivo y empresarial valenciano, en
particular, y de las pymes, los trabajadores autónomos y los
emprendedores que se han mostrado interesados en emplear las TIC en
sus negocios, fomentando así todo proceso de emprendimiento dentro
de la Comunitat Valenciana en esta materia y siendo conscientes que
la tecnología dará respuesta a una sociedad con una demanda
heterogénea que nos reclama calidad, rapidez y eficiencia en la
gestión, convirtiéndonos, los clientes digitales, en articuladores
del cambio y del progreso.
Nueva realidad basada en
soluciones tecnológicas donde cada vez más empresas y emprendedores
deben emplear herramientas tecnológicas no solo para optimizar la
eficiencia de los procesos, y el ajuste de costes y recursos, sino
también para mejorar los cauces de comunicación ágil, flexible e
instantánea con sus proveedores con el fin de cubrir las demandas y
necesidades inmediatas de los clientes digitales, necesitando
entornos flexibles bajo preceptos de gestión, control, medición y
comparación de parámetros de procesos y de ciclos de producto, que
permitan planear estrategias empresariales como anticipo a las
necesidades del cliente digital, ofreciéndole y haciéndole llegar,
en el menor tiempo de gestión logística, el producto o servicio
demandado.
Búsqueda de la excelencia, en
base a una adecuada transformación digital, que debemos abordar como
ese tren en marcha al que nos debemos subir.
Salvador Puigdengolas Rosas
Decano COIICV
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