Modesto Martínez.
Los
aficionados hace tiempo que lo venimos reclamando, la verdad,
era necesario. No se podía permitir que fueras a entrar a la plaza
de toros en medio de insultos de cualquier índole.
Recuerdo en la novillada del mes de octubre que el grupo de
antitaurinos no dejaba espacio para entrar a la plaza de toros de
valencia. O, mucho peor, estas pasadas fallas cuando lanzaron
una piedra a una señora que libremente acudía a un espectáculo
totalmente legal. Parecía que los taurinos éramos los
culpables, los agresores, o asi lo querían vender algunos medios de
comunicación.
Soy
amante de la libertad, no voy a ser quien pida prohibir ningún tipo
de manifestación, pero también amo el respeto; ese que día tras
día nos faltan los que no piensan como nosotros. Comprendo que se
concentren, es un derecho que deben ejercer pero a una distancia o en
un horario donde no se puedan crear problemas de orden público.
Ha costado pero parece que se ha entendido por parte de las
autoridades. A veces el sentido común es el menos común
de los sentido pero siempre acaba floreciendo y en este caso ha
costado pero ha aparecido.
Precedentes
como la agresión de Valencia, entre otros muchos, parece que ha
hecho ver a los órganos competentes que es inviable que se pueda dar
una manifestación antitaurina coincidiendo en hora y lugar con
un festejo. Una reclamación de los aficionados durante mucho tiempo.
Nosotros, no pedíamos que no se manifestarán pero si queriamos no
sentirnos acosados cada vez que nos acercábamos a una
plaza y poder ejercer con libertad nuestro derecho a ir a los toros.
Es
una pena, parece de otro tiempo, pero en todas las manifestaciones
que acudo en pro de la fiesta, se reclama libertad y respeto, algo
que se debería dar por hecho en la sociedad actual.
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