Jaime Navarro. EPDA Sepa vuesa merced que ha tanto ya que mi alma quedose hechizada vagando junto a la de mi fiel Sancho, en estas encrucijadas de Dios de estas benditas tierras, cuanto mayormente llanas como secas que han sido tan fieles y mudas testigos de tantas de nuestras gloriosas cuan inmortales fazañas. Después de las de nuestro Señor Jesucristo quizás las más recordadas o leídas. Urbi et orbi. Nihil obstat.
Siendo que han llegado a nuestros oídos, entre estos vientos misteriosos que nos silban, aullan y hasta nos hablan en las noches azules preñadas de estrellas, entre los matorrales y humildes bosquejos donde eternamente tomamos reposado cobijo, que hoy sé gracias a ellos que gran regente sois pues de las españas. Y que proclama vuesa alteza que ahora la hora toca de ser gentil y a fuer de grandeza, tan generoso.
Pues no ha falta que le dijera a tan alto dignatario, de tantos y tan fermosos reinos, que cuando des limosna o magnánimo seas, también seas pulcro, recatado y discreto. Que ya nuestro Señor nos previno sobremanera de los fariseos que siempre socorrían a los menesterosos en el templo con gran ostentación o a la vista de todos.
Y si has de facer liberalidad, conceder bula u otorgar gracia, como en tantas ocasiones ficieron los más famosos caballeros andantes, que en el mundo fueron y han sido, que nadie entonces lo sepa; que de la vera generosidad ningún provecho, ni ventaja, ni halago, ni lisonja habrás de gozar, obtener o aguardar. Que entonces, querido Sánchez, gentileza ya no es ni tampoco generosidad. Pues sin remedio trocase en vil vanidad. O en cosa aún más funesta o peor. Y voto a tal.
Comparte la noticia
Categorías de la noticia