Jonathan Momo Romero es un joven
colombiano que ha surgido de circunstancias absolutamente difíciles e
imposibles para cualquier ser humano, procedente de la pobreza, de un ambiente
hostil, cuando ha perdido a tres de sus hermanos y él mismo estuvo en el fango
haciendo actividades que no lo llevaban a ningún futuro posible mas que a su
propia destrucción, entrando como tantos jóvenes al mundo de las pandillas,
donde encuentran refugio, un poder que en cualquier momento se les vuelve en
contra por cimentar su relación en la violencia y la traición, él como tantos
jóvenes con toda su vitalidad y creatividad latentes se pierden en el agujero
negro de la delincuencia que los absorbe hasta quitarles todo y dejarlos en su
mínima expresión, casi todos pierden su preciosa vida por dejarse llevar por un
mundo en el que encuentran una aceptación que luego les sub-utiliza hasta
dejarlos huérfanos de todo. Los que tienen más suerte como él Momo Romero y
recapacitan a tiempo, son valientes y emergen de ese tejido vicioso y oscuro,
estirando su mano y agarrándose fuerte a alguna causa noble que les escuche,
que reconozca sus talentos, sus valores porque todo joven por imposible que
parezca tiene aptitudes que al ser reconocidas ellos siempre responden
positivamente ante el afecto, el reconocimiento y el respeto, no así a quienes
no les comprenden y los ultrajan, los desprecian o los relegan entonces produce
el efecto exactamente contrario como cualquier cachorro herido que necesita
defenderse ante la hostilidad.
Momo Romero después de haber pasado
tantas cosas negativas en su corta vida, contaba con un talento, el deporte y
gracias a ese talento se sobrepuso de todo ese sufrimiento, esa sed de venganza
y como él dice encontró algo más interno, algo espiritual para hallar la
esperanza, esta es una prueba de que los valores éticos sin importar su
procedencia, etnia o creencia son una herramienta necesaria y eficaz para
construir sociedad. Hay quienes creen en la nueva era, otros se convierten a
religiones exóticas de moda, algunos regresan a creencias tribales de grupos
indígenas, pueden haber creencias de siglos en que de una u otra manera
promulgan valores éticos, de convivencia y amor, el caso es que si algo hace
mejor al ser humano en el entorno en el que se encuentre es bienvenido si salva
una vida. Momo llegó a ser el campeón mundial supergallo, todo el éxito y el
reconocimiento por esa temporada y él pensando en su familia, en una vivienda
digna para ella; el pasado 17 de agosto perdió el campeonato ante el español Kiko
Martínez, sí perdió un campeonato mundial pero sigue siendo un gran campeón de
la vida porque cuántos de esos deportistas y personas en general son como él
que ante circunstancias tan adversas pueden llegar tan lejos y no hundirse en
el sinsentido.
Los amigos y los halagos se multiplican
cuando alguien se encuentra arriba, ahora que estás abajo en un simple asalto de la vida eres el campeón , ejemplo
para generaciones de jóvenes que como tú quizá encuentren una esperanza, una
ilusión, una conquista que les dignifique su existencia. El gobierno y las
entidades del deporte, no pueden olvidar a quienes les hacen generar
reconocimientos y dinero Y los amigos, conocidos y vecinos ahora es momento de
mostrar de qué están hechos si son amigos de arcilla o de roca..
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