El expresident de la Generalitat Francisco Camps, a su llegada este lunes a la sede de la Audiencia Nacional en San Fernando de Henares para el juicio de una rama del caso Gürtel. EFE/Fernando Villar
Dos antiguas empleadas de empresas de Gürtel han declarado este martes en el juicio a una pieza de la macrocausa que la trama se trasladó a la Comunitat Valenciana porque el entonces president de la Generalitat Francisco Camps prometió al considerado cabecilla de la red en Valencia, Álvaro Pérez, alias el Bigotes, que allí "iba a tener trabajo".
La Audiencia Nacional ha celebrado una nueva jornada del juicio por presuntas adjudicaciones irregulares a la filial de la trama en Valencia, Orange Market, en el que el expresidente autonómico está acusado de delitos de prevaricación y fraude por los que la Fiscalía pide dos años y medio de prisión para él.
El tribunal ha escuchado los testimonios de cuatro de la decena de acusados que han llegado a un acuerdo con Anticorrupción, entre ellos Isabel Jordán, que fue administradora de varias empresas de Gürtel y Mónica Magariños, secretaria de los considerados cabecillas Pablo Crespo y Álvaro Pérez, el Bigotes.
Magariños ha explicado que le comunicaron que la trama se instalaría en la Comunitat Valenciana porque Camps dijo a Álvaro Pérez que "allí" iba a "tener trabajo", una versión que ha confirmado minutos después Isabel Jordán, en línea con las declaraciones prestadas por los considerados cabecillas de la red.
"En las empresas del señor Correa todo el mundo sabía todo. No había nada oculto. Todos sabíamos que se iba Álvaro a Valencia porque tenía una amistad con el señor Camps y porque el señor Camps le había ofrecido que se fuese a Valencia porque iba a tener oportunidad de trabajo", ha señalado Jordán.
Ha explicado además que, cuando la empresa se instaló en la Comunitat Valenciana, se contrató a Ignacio Blanch porque "tiene relación con Camps y con (Esteban) González Pons y es una persona con mucho conocimiento de lo que es Valencia en sí o las instituciones", "era influyente, tenía contactos".
Jordán ha indicado que Álvaro Pérez comenzó a hacer "todos los eventos para el PP de Valencia" y más tarde empezó a trabajar con "las diferentes administraciones públicas".
Por su parte, Mónica Magariños, quien, como Jordán, ha negado haber recibido indicaciones para alcanzar un acuerdo con Fiscalía, ha relatado un episodio sucedido en el club de tenis, junto con Álvaro Pérez y otras personas. El empresario les comunicó que le había llamado el presidente. "Hala, vámonos que tenemos el Open de Tenis", manifestó, según esta acusada, en relación con los trabajos que realizó Orange Market para la Conselleria de Cultura en el marco de este torneo.
Ambas acusadas, ya condenadas por otras piezas del caso, han indicado que desde la Generalitat se pidió fraccionar las facturas. Según Magariños, la administración les dijo "que había que hacer facturas por menos de 12.000 euros". Ellos decían la cantidad y Crespo era quien ponía los conceptos", ha añadido.
A diferencia de estas acusadas, el gerente de la empresa, Cándido Herrero, ha indicado que "nunca" oyó a El Bigotes hablar con Camps. "Si existe (relación de amistad entre ambos) puede existir, yo no digo nada", ha indicado, pero al tiempo ha subrayado que ni escuchó una conversación con él ni el expresident estuvo en la oficina.
Cambio de sitio
El tribunal que juzga al expresidente de la Generalitat Francisco Camps por una pieza del caso Gürtel le ha instado a cambiar de sitio para "mantener el orden de la Sala" después de que el abogado del empresario Álvaro Pérez, El Bigotes, denunciase que le llamó "miserable" durante la jornada de ayer.
En un principio, el presidente del tribunal, José Antonio Mora Alarcón, le ha pedido sentarse en primera fila, cuando el letrado Gustavo Galán ha denunciado la "incontinencia verbal" de Camps durante la jornada de ayer, mientras interrogaba a su defendido, considerado líder de Gürtel en Valencia y quien aseguró que tuvo una relación de amistad con el expresident y que acudía a él para obtener ayuda en adjudicaciones públicas.
El letrado ha manifestado su preocupación por que el exdirigente del PP valenciano pudiese "alterar a otros acusados que han escogido" colaborar con la Justicia al llegar a un acuerdo con la Fiscalía.
El tribunal, ha dicho el presidente, no "oyó esas palabras", si bien al ser la segunda vez que alguien denuncia el comportamiento de Camps durante el juicio, el magistrado ha ordenado al expresident a que se siente en primera fila como medio de "prevención".
La decisión ha generado una vehemente protesta del abogado de Camps, que ha llegado a anunciar que presentará una querella contra el letrado Gustavo Galán, y que ha recurrido sin éxito la medida.
También otra letrada ha salido en defensa de Camps y ha asegurado que "en ningún momento, en ninguno," oyó aquellas palabras, si bien el presidente del tribunal ha pedido no generar debate, y ha puesto en valor que "a pesar de la llamada al orden de ayer", este tipo de circunstancias "se están volviendo a producir".
Cuando el asunto parecía zanjado y Camps ya estaba sentado en primera fila, su abogado ha indicado que, al ser el expresident abogado en ejercicio, procedería a sentarse a su lado, cuestión a la que no se ha opuesto el tribunal, que ha admitido que "tiene perfecto derecho" a hacerlo.
Vestido con una toga de abogado, el expresidente del PP valenciano, que se enfrenta a una petición fiscal de 2 años y medio de prisión por fraude y prevaricación en esta pieza de la macrocausa, seguirá la sesión de este martes al lado de su defensa.
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