Toda la población de la Comunitat Valenciana ha respirado aire contaminado por ozono, en un nuevo verano tórrido, según el informe anual de Ecologistas en Acción sobre la contaminación atmosférica por ozono.
El estudio constata que los frecuentes episodios de calor de la primavera y el verano de 2023 han elevado los niveles de ozono, lo que ha afectado a toda la Comunitat, ha informado la organización ecologista.
Los datos del informe se recogieron entre el 1 de enero y el 30 de septiembre de 2023 en casi 500 estaciones de medición repartidas por toda España, entre ellas 60 situadas en la Comunitat.
Según la organización, el ozono es un contaminante muy complejo, que no tiene una fuente humana directa, sino que se forma en la superficie terrestre en presencia de radiación solar por la combinación de otros contaminantes denominados precursores, emitidos por el transporte (en especial los vehículos diésel), las centrales termoeléctricas, ciertas actividades industriales o la ganadería intensiva.
Año tras año afecta a más población y territorio en España, y el más estrechamente ligado al cambio climático, por su relación con la radiación solar.
Durante 2023, sus niveles han disminuido en la Comunitat, pese a sufrir la primavera y el tercer verano más cálidos desde 1961, con episodios cálidos entre abril y septiembre y cuatro intensas olas de calor en julio y agosto.
La frecuencia de las superaciones de los estándares de la OMS y legal ha sido muy inferior a la de los años previos a la pandemia, con descensos de respectivamente el 48 % y el 76 % en relación al promedio registrado en 2012-2019, aunque en 2023 se han producido cuatro superaciones del umbral de información.
La contaminación por ozono debe abordarse como un problema sanitario de primer orden, que causa cada año 2.500 muertes en España, según la Agencia Europea de Medio Ambiente, y afecta sobre todo a niños, mayores, mujeres embarazadas y personas con enfermedades cardiorrespiratorias, según recoge un comunicado de Ecologistas en Acción.
Durante el verano de 2023, el Instituto de Salud Carlos III ha identificado en Comunitat Valenciana 320 muertes por las elevadas temperaturas, según la nota.
El coste sanitario y laboral de la contaminación por ozono fue de 5.000 millones de euros en 2013, un 0,33 % del PIB español, según el Banco Mundial, añade el comunicado.
A juicio de Ecologistas en Acción, la información a la ciudadanía por parte de las administraciones públicas no es ni adecuada ni ajustada a la gravedad del problema, pues la Generalitat se ha limitado a difundir avisos rutinarios y carece del preceptivo plan de acción.
Buena prueba de la gravedad de la situación y de la falta de actuación de las administraciones son las sentencias del Tribunal Supremo (2020) y los tribunales superiores de Castilla y León (2018 y 2023), Navarra (2021), Cataluña (2022) y Comunitat Valenciana (2023) condenando a sus gobiernos a aprobar a la mayor brevedad planes de calidad del aire para reducir el ozono, destaca la organización ecologista.
Ecologistas en Acción considera "inaceptable" que ni la Generalitat ni el Gobierno de España, asegura, tengan planes eficaces sobre el transporte, la industria y la ganadería intensiva que reduzcan los elevados niveles de ozono.