Su esfuerzo no tendrá sentido si el resto de vecinos y usuarios de la playa no colaboramos en el mantenimiento de esas zonas marcadas como reserva para flora dunar. FOTO: EPDA. Ecologistas y voluntarios están llevando el trabajo más
complejo del cuidado de la playa en invierno, trabajando con la flora dunar. Junto
a ellos, la Diputación se ocupa de las tareas de limpieza de la arena y, en
abril, la brigada instala el mobiliario urbano para recibir a los vecinos y
turistas. Disfrutar de una playa de bandera está al alcance de todos… cuidarla,
también es tarea de todos.
En la segunda quincena de
abril, la Brigada Municipal de Obras y Servicios del Ayuntamiento de Puçol
comienza a montar las pasarelas, las papeleras y el resto de mobiliario urbano
que ha permanecido durante los meses de invierno almacenado en el Espai Voramar
y que ahora en primavera ya se prepara para recibir a los turistas y vecinos
que desean disfrutar del sol, la arena y el Mediterráneo.
A ellos se une la
maquinaria de la Diputación de Valencia, que se ocupa periódicamente de limpiar
la arena de la playa, una tarea que se realiza en toda la costa excepto en una
zonas delimitadas con estacas y cuerdas: la zona donde Acció Ecologista-Agró y
un grupo de voluntarios ya llevan meses trabajando para regenerar la flora
dunar, un proyecto piloto que está demostrando su rentabilidad, ya que impide
que la arena inunde al paseo marítimo y, al mismo tiempo, evita que la arena
sea arrastrada en épocas de temporal hacia el interior del mar.
“El trabajo de ecologistas y voluntarios está ofreciendo resultados
indiscutibles: las zonas en que se plantó flora dunar el pasado año no tienen
arena que llegue hasta el muro del paseo marítimo, cuyos aliviaderos quedan libres
para desaguar. En las zonas del paseo donde no había flora dunar hasta ahora,
la arena alcanza la misma altura del muro, llega a inundar parte del paseo y
los aliviaderos están taponados”, señala el concejal responsable de la
playa, Salvador Ávila.
La conclusión es
sencilla: el proyecto piloto realizado en la zona norte de la playa de Puçol el
pasado año se ha ampliado durante el mes de marzo, gracias a la colaboración de
un grupo de voluntarios, Acció Ecologista-Agró y el Club de Submarinismo
Trotafons. Ahora son cinco las zonas protegidas para la regeneración de la
flora dunar.
Y el proyecto no queda
ahí, porque el sábado 13 de abril habrá una nueva jornada de voluntariado
ambiental a la que ya han confirmado su asistencia Agró, Trotafons y también el
Club de Submarinismo Puçol. El objetivo es seguir trabajando todos juntos para
obtener una playa de mayor calidad.
“Este verano esperamos una mayor asistencia de vecinos y turistas,
porque las obras que está realizando la Generalitat Valenciana en el Camí La
Mar permitirán que por fin tengamos un acceso cómodo y seguro desde el casco
urbano y la autovía de Valencia hasta la playa”, continúa el concejal. “Pero tener una playa con la bandera Azul, la
Q de turística y el sello Qualitur exige esfuerzo y coordinación a lo largo de
todo el año, un trabajo en el que estamos colaborando tanto las administraciones
públicas como colectivos locales y voluntarios. A todos ellos quiero agradecer la
gran aportación que están realizando”.
Pero su esfuerzo no
tendrá sentido si el resto de vecinos y usuarios de la playa no colaboramos en
el mantenimiento de esas zonas marcadas como reserva para flora dunar: son
necesarias para que la arena no inunde el paseo y tampoco sea arrastrada hacia
el mar en épocas de fuerte oleaje.
Si visitas la playa de
Puçol, recuerda que es tarea de todos a mantener en perfecto estado la flora
dunar: es la forma más natural de tener una playa de bandera.
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