Pie de foto La campaña Pobresa Zero ha denunciado, en el Día Mundial para la
Erradicación de la Pobreza, que el 30,2 % de la población de la
Comunitat Valenciana (1.497.543 personas) se encuentra en riesgo de
pobreza o exclusión social, y que ese riesgo se distribuye de forma
desigual entre mujeres (32 %) y hombres (28 %).
"Aquí las
consecuencias más directas del cambio climático pueden ser las lluvias
torrenciales o las inundaciones, que antes igual no se daban con esta
intensidad ni con tanta periodicidad. Lamentablemente las familias en
riesgo de exclusión son las más vulnerables a cualquier tipo de cambio
que nos venga. Son las que no pueden encender la calefacción en invierno
o el aire acondicionado en verano porque no pueden costearlo" asegura
Maite Puertes, la portavoz de Pobresa Zero.
Las cerca de 180 ONG,
entidades sociales y culturales, sindicatos y universidades de la
Comunitat Valenciana agrupadas en la campaña Pobresa Zero han lanzado un
mensaje por la "Madre tierra", mujeres campesinas y cuidadoras.
Así
han querido advertir acerca de la sobreexplotación del planeta y cómo
la pobreza afecta especialmente a las mujeres, que representan el 70 %
de los 736 millones de personas que se encuentran en todo el mundo en la
pobreza más extrema, con menos de 50 euros al mes para vivir, según
datos del Banco Mundial.
Las entidades han alertado de que si no
se adoptan medidas urgentes frente a la desigualdad y el cambio
climático, más de 100 millones de personas se sumarán al estado de
extrema pobreza en los próximos diez años a causa de la escasez de
alimentos y del impacto de fenómenos climáticos extremos.
Según
la Organización Mundial de la Salud, el calentamiento global será
responsable de 250.000 muertes al año entre 2030 y 2050 solo a causa de
la desnutrición, la malaria, las diarreas y los golpes de calor.
"El
cambio climático afecta a todas las personas, pero en especial a las
poblaciones que dependen más de los recursos naturales, las comunidades
rurales de los países empobrecidos, y dentro de ellas a las mujeres, que
producen hasta el 80 % de los alimentos en estos países", ha explicado
la portavoz de la campaña.
"Necesitamos un cambio de modelo
urgente y radical que no se base en la contaminación del planeta y la
explotación sin límite de los recursos naturales, que minimice unos
costes sociales de discriminación y exclusión que son insoportables", ha
subrayado.
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