El abismo español

José Antonio Sorzano

Con motivo de los últimos acontecimientos ocurridos en la Casa Real, sobre todo, con la imputación de la Infanta Cristina en el llamado caso Noos, algunos  ministros del Gobierno nos vienen  recordando todos los días a modo de disculpa, el deterioro que  puede causarle  a la llamada “marca España”,  la imputación de la Infanta en dicha causa.

Aun reconociendo el periodo de estabilidad política que nos ha estado brindando el sistema de Monarquía Parlamentaria en estos últimos 38 años, no por eso tendríamos que concederle una patente de corso a la Familia Real para que alguno de sus miembros hagan lo que les venga en gana en nuestras Instituciones.                                                                            

Si bien sería justo reconocer  que, hasta la fecha, el Rey ha venido desarrollando  perfectamente su trabajo Institucional, no es menos  cierto que el pueblo español, en toda esta etapa, le ha venido recompensado espléndidamente dichas tareas reales tanto a él como a toda su familia. Hasta ahí todo correcto y en orden. Ahora bien, si al amparo  del parentesco con el Monarca se pretende trincar de alguna que otra caja Institucional del Estado, como es el caso del  miembro “añadido” a la Casa Real, Sr Urdangarín, me parece, cuanto menos, una burla hacia todos los españoles. Siendo que  la Casa Real tendría que ser el gran referente de ejemplaridad para todo el pueblo español.

Dicho esto, habría que recordarle al Gobierno, que no somos precisamente los españolitos de a pie quienes estamos poniendo en peligro el prestigio de tan cacareada “marca España”. Nosotros, con España en la ruina, no somos los que vamos a cazar elefantes en compañía de una señora de bellos y exuberantes atributos, llamada Corina.  Princesa “comisionista”, donde la retranca manchega de Jose Bono, sitúa su origen en un país donde hay más princesas que funcionarios en nómina.

En estos momentos, a la vista de la desastrosa, injusta y caótica situación por la que atraviesa nuestro país,  lo que realmente nos debería de importar prioritariamente son los problemas reales de los españoles y su futuro, y no la imputación de la Infanta Cristina. Dejemos que este asunto lo resuelva la Justicia, con tiento y, sobre todo, ejemplaridad para todos.

Los españoles empezamos a estar realmente hasta las narices de todos aquellos politicastros, banqueros, estafadores, especuladores, defraudadores fiscales, evasores de capital y demás aves de rapiña, que son los que realmente se están cargando el país y, por lo tanto, la “marca España”.

Nunca jamás ha estado el prestigio de España tan desnudo frente al mundo como lo está ahora, por culpa de esta ralea de sinvergüenzas y chorizos.

El deterioro de la  “marca España”, desde luego no ha sido causado precisamente  por todas aquellas  personas estafadas por las cajas de ahorros a través de las llamadas Preferentes.

Ni por lo desahuciados a causa de las cláusulas abusivas en sus hipotecas.

Ni por los pensionistas y jubilados que han visto recortadas sus pensiones.

Ni por los españoles que estamos viendo como se está desmantelando, poco a poco, posiblemente la mejor Sanidad Pública de  Europa, como ha sido la nuestra, por esos mismos  que desde el Poder la están privatizando, para después, sin ninguna vergüenza, pasar a gestionarla privadamente una vez abandonan sus cargos públicos.

Ni por los más de 6 millones de parados.

Ni por los más de cien mil jóvenes titulados universitarios que han tenido que emigrar para poder buscarse la vida fuera de España…. Y así una larga retahíla de despropósitos e injusticias.

Por lo tanto, que no nos venga ahora el Gobierno con la nueva monserga del deterioro de la ”marca España”, únicamente a causa de la imputación de la hija del Rey, cuando el país está sumido en un ABISMO y DESMADRE TOTAL.

Aquí no se trata de alentar “anti-Sistema” alguno. Aquí,  simplemente se está planteando la necesidad de limpiar y regenerar total y urgentemente la vida pública  española, desde un nuevo Sistema o Modelo que regule y garantice realmente nuestras obligaciones y derechos ciudadanos. Pero, eso sí, sin ningún privilegio especial para nadie.

sorza_esc@hotmail.com