Es de aplaudir que los
grandes grupos de comunicación del país apuesten por producir programas para
ser emitidos únicamente en sus cadenas menores, es el caso de Cazamariposas en
Divinity u Homo Zapping en Neox. Y más viendo como desde la creación de la TDT
las cadenas de nueva generación se han convertido en un enorme contenedor de
películas y series repetidas mil y una vez o factuals doblados del inglés al
español. Poco más.
Atresmedia ha acertado con
recuperar un año más el programa de sketches Homo Zapping. Lo tenía complicado
tras el gran listón que dejó este espacio emitido entre 2003 y 2007. Volver una
década después entrañaba sus riesgos. Sin embargo El Terrat ha vuelto a dar en
la día con buenos actores, actrices y guionistas que hacen de Homo Zapping la
mejor opción que disfrutar en la noche de los domingos.
Podríamos pensar que Homo
Zapping ya no es lo que era pero es que la tele ya no es lo que era ni nosotros
mismos lo somos. Todo ha cambiado. Y pocos programas que se imitaban hace 15
años continúan en antena a excepción del Corazón de Anne o los inmutables
Matias Prats y Ana Rosa Quintana, entre otros pocos más. El nuevo Homo Zapping
no tiene nada que envidiar al original aunque no estén entre sus filas Yolanda
Ramos y Paco León, descubiertos en la versión original.
Mónica Pérez, Olga Hueso,
Paloma Jiménez o Silvia Abril, que sí estuvo en la original, entre otros
cómicos hacen de este programa un espacio necesario en la televisión actual y
que Atresmedia debería cuidar y mantener en antena más tiempo cara a que vuelva
a convertirse en un programa de culto, porque lo está consiguiendo. Con una
audiencia media cercana al 3% (más de lo que hace Neox el fin de semana) y
siento TT en Twitter cada domingo, Homo Zapping ha vuelto a conseguir una
mayoría de críticas positivas. Y de no solo de la audiencia, también de la
crítica donde aspira al premio del Mejor programa para una cadena temática en
los Premios Iris.
Imitaciones como las de La casa
de papel, El cuento de la criada, Mujeres y Hombres y Viceversa, Cuarto Milenio,
El Objetivo o Las Campos, entre muchas otras, son joyas de la televisión. Sin vergüenza,
sin censuras. Lo que piensan lo hacen. Y un programa así en medio de un verano
sin gracia, sin apenas estrenos y rellenado con películas es de agradecer por
no hablar de los programas de humor que escasean en la temporada actual a
excepción del de José Mota, bastante alicaído ya.
Homo Zapping ha sabido
reinventarse con acierto, con gran atino, con imitaciones de nuevo memorables,
con el trabajo de un excelente equipo de actores, guionistas, decoradores y
caracterización que merece la pena aplaudir. Larga vida al nuevo Homo Zapping.