Enric Valls.El bullying es un término inglés que hace referencia al acoso escolar y este “fenómeno” del siglo XXI, consiste en cualquier forma de maltrato psicológico, verbal o físico producido entre escolares de forma reiterada tanto en el aula, como a través de las redes sociales.
Desgraciadamente, estos actos agresivos se producen con bastante frecuencia en nuestros centros educativos de la comunidad valenciana entre niños y niñas en proceso de entrada a la adolescencia. “Ser el más guay, el más chulo y triunfar” a cualquier precio es una idea que está siendo aceptada socialmente entre los menores de hoy en día para esconder las relaciones de poder y establecer roles seguros de convivencia.
Hay que tener en cuenta que no hay reglas escritas que determinen la naturaleza de una persona pero, lo que sí nos indica la literatura científica sobre la psicología del desarrollo, es la importancia de la figura de los padres y de todo el ámbito escolar, puesto que una persona define su personalidad en los cinco primeros años de vida y, durante toda esta etapa y lo que continua, tendrá que ser apoyado por estos roles para asegurarse cierta salud emocional.
El problema del acoso escolar se ha caracterizado y se caracteriza por ser un fenómeno oculto que, a pesar de estar siempre presente en las relaciones entre los chavales, nunca ha generado investigaciones ni reflexiones ni desde el ámbito académico ni desde las entidades públicas.
Precisamente en nuestro país, concretamente en Septiembre del 2004, el suicidio de Jokin Ceberio, un estudiante de 14 años, víctima de acoso escolar, marcó un antes y un después en nuestra sociedad española.
Este lamentable hecho trajo este fenómeno a la palestra. El impacto social que causó tuvo y tiene actualmente una lenta reacción de las instituciones públicas y otras instancias oficiales quedando aún, hoy en día, un largo camino por recorrer.
También debemos de hacer examen de conciencia y una introspección asumiendo el “mea culpa” ya que en general, los medios de comunicación han falseado y manipulado la visión del problema.
Sí, por parte de algunos programas de televisión, radios y periódicos que han exagerado hechos puntuales y minimizado la importancia de otra violencia más astuta, embustera, traicionera y constante que suele pasar más inadvertida, pero que comporta graves consecuencias tanto para las personas que la sufren, como para las personas que la ejercen.
Estudiar la evolución de la violencia en las aulas no es contabilizar hechos puntuales, sino es medir, prevenir y actuar contra la violencia presente en nuestros centros educativos y más en la Comunidad Valenciana. Según los últimos estudios 4 de cada 9 niños es víctima de acoso escolar siendo como resultado un uso constante de la violencia, siendo el resultado de una convivencia basada en la poca ética, falta de empatía y poca sensibilidad de los individuos.
Recalcamos que el bullying no es un conflicto puntual, el acoso escolar es una forma de victimización equiparable a otros formas de violencia (cómo la violencia de género y acoso laboral) que cursan con abuso de poder, existiendo una desigualdad de condiciones.
El psicólogo especialista sueco Dan Olweus define el acoso escolar como una conducta de persecución física y/o psicológica que realiza un alumno o varios contra otro, al que elige/n como víctima de repetidos ataques y burlas.
Esta acción, premeditada y dañina, sitúa a la víctima en una posición de la que difícilmente puede salir por sus propios medios. La persistencia y continuidad en el tiempo de este modo de relacionarse, provoca en las víctimas efectos negativos y devastadores: problemas de autoestima, estados depresivos, cuadros ansiosos, cambios de personalidad, ideación suicida…provocando un problema en el desarrollo natural del aprendizaje.
Por lo tanto, este tipo de relación que se construye lentamente y prolongándose en el tiempo provoca en el niño o niña, víctima de acoso escolar, problemas emocionales que si no se trabajan arrastrará a lo largo de toda su vida.
La intervención y las medidas que debemos de tomar dependerán del significado que damos al concepto de acoso escolar; de aquí la necesidad e importancia de un programa de prevención integral y multidisciplinar de toda la comunidad educativa y profesionales implicados.
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