Entre los ocho intérpretes de la obra teatral destaca Aitor Caballer, un joven actor de Puçol. FOTO. EPDA.
El viernes 19 de abril se exhibe
en la Casa de Cultura La boda de los
pequeños burgueses una obra de teatro expresionista escrita por Bertold
Brecht. Entre los ocho intérpretes que están todo el tiempo sobre el escenario
destaca Aitor Caballer, un joven actor de Puçol que “juega en casa” a la hora
de finalizar su carrera… aunque pronto buscará nuevos aires al incorporar a
Jafar, el malo malísimo de Aladín, un
musical genial.
—¿Cómo surge el poner sobre el escenario
una obra de Brecht?
—El proyecto nace porque teníamos que
buscar una obra para nuestro proyecto de final de carrera. Se nos propusieron
varias obras y nos gustó ésta porque era una comedia, era de Brecht, un gran
autor teatral, pero sobre todo, lo que más nos gustaba es que a lo largo de
toda la obra los ocho compañeros estamos en escena, es una obra muy coral y queríamos
acabar la carrera con algo así.
—¿Quiénes sois los intérpretes de La boda de los pequeños burgueses?
La obra la hacemos ocho actores, que en un
mes nos licenciaremos en Arte Dramático por la ESAD, la Escuela Superior de
Arte Dramático de Valencia, somos: Sandra Colomino, Sara Belén, Azucena Abril,
Carmen Hernández, Albert Martínez, Pablo Tomás, Ángel Crespo y servidor,
dirigidos por nuestra profesora de interpretación Sefa Melio y con la ayuda de
un gran equipo de profesores y profesionales.
—¿Habéis interpretado antes la obra o el
estreno es en Puçol?
—La obra se estrenó en el Espacio
Inestable a finales de enero y ahora queríamos seguir trabajando juntos, así
que ya que estaba montada, y tuvo mucho éxito, hemos decidido explotarla. Puçol
es el primer pueblo al que salimos tras Valencia, y tenemos algunos más
apalabrados, pero aún no hay nada seguro.
—Hemos oído comentar que vas a interpretar
en los escenarios un musical basado en la película Aladín de Disney, ¿tienes otros proyectos en cartera?
—Junto con la obra de Brecht, mi próximo
proyecto es La cantante calva
dirigido por Sergio Villanueva, una obra de teatro del absurdo, de Ionesco. Es
mi otro taller de final de carrera, junto con los que estudian dirección de
escena. Después de esto, que se estrenará la primera semana de junio, empiezo
oficialmente los ensayos de Aladín, un
musical genial, una iniciativa de Trencadís Producciones que se estrenará
en el teatro Chapí de Villena, en el que hago el papel de Jafar, el malo
malísimo de la historia.
—¿Es difícil enfrentarse al público de
Puçol para un joven actor nacido precisamente en Puçol?
—Para mí, actuar en Puçol supone mucha
responsabilidad, porque aunque seamos ocho actores, la mayoría del publico será
de Puçol, me conocen y eso, queramos o no, crea cierta presión a todos, puesto
que los nervios de actuar están ahí; pero a mí, ver entre el público tantas
caras conocidas, no sé... como que tengo que hacerlo mucho mejor para ellos. De
todas formas, hay que tener claro que en cada actuación, sea donde sea, siempre
hay que dar el máximo, de eso se trata, y de conectar con el público sea cual
sea y donde sea.
—¿Qué han de hacer los que quieran
asegurarse una entrada?
—Que se den prisa. Las entradas salen a la venta el miércoles y jueves en la
Casa de Cultura. Espero que venga mucha gente a ver este trabajo que no es la típica
obra habitual, es teatro expresionista y es genial que lo vecinos conozcan ese
tipo de teatro, que además es super divertido y la gente va a pasar un gran
rato.
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