Imagen de archivo de una piscina. EPDA El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha elaborado un informe en el que concluye que el contagio en piscinas y las playas de coronavirus es muy improbable, aunque advierte de la importancia de las medidas de seguridad. El informe, al que ha tenido acceso El Periódico de Aquí, señala que ''en piscinas y spa, en dónde el uso de agentes desinfectantes está ampliamente implantado con el fin de evitar la contaminación microbiana de las aguas por la afluencia de usuarios, la concentración residual del agente de desinfección presente en el agua debería ser suficiente para la inactivación del virus''.
Asimismo, en playas señala que ''aunque actualmente no existen datos de la persistencia del SARS-CoV-2 en agua de mar, el efecto de dilución, así como la presencia de sal, son factores que probablemente contribuyan a una disminución de la carga viral y a su inactivación por analogía a lo que sucede con virus similares''.
Pero, ¿y la arena de la playa? ¿Podremos tomar el sol este verano? El CSIC también lo deja claro: ''aunque no existen estudios sobre la prevalencia de virus en la arena presente en playas o riberas, la acción conjunta de la sal del agua de mar, la radiación ultravioleta solar y la alta temperatura que puede alcanzar la arena, son favorables para la inactivación de los agentes patógeno''.
Igualmente, recoge que ''la principal vía de transmisión del SARS-CoV-2 en playas, ríos, lagos y piscinas es a través de secreciones respiratorias que se generan con la tos y los estornudos y el contacto de persona a persona, por lo que deben mantenerse las recomendaciones generales relativas a cualquier otro lugar, como por ejemplo las recomendaciones recogidas en el protocolo y guía de buenas prácticas dirigidas a la actividad comercial en establecimiento físico y no sedentario publicadas por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo (MICT, 2020)''.
Precaución especial recoge en
el apartado de zonas de agua dulce: ''La supervivencia del SARS-CoV-2 en agua de ríos, lagos, pozas aguas remansadas de agua dulce y no tratada puede ser superior a la que se produce en piscinas y en el agua salada, y por tanto deben extremarse las medidas de precaución para evitar aglomeraciones, siendo éstos los medios acuáticos más desaconsejables en relación con otras alternativas, especialmente las pequeñas pozas donde la dilución es menos efectiva''. Por tanto, evitar aglomeraciones y mantener la distancia de seguridad. Así lo recoge el informe, que
se puede leer íntegro clicando aquí.
NORMAS PISCINAS PÚBLICAS
Por otro lado, el Ministerio de Sanidad ha hecho público una guía provisional con una serie de normas a llevar a cabo en las piscinas públicas una vez quede atrás la crisis del coronavirus. Eso sí, el ministro Salvador Illa ha dejado claro que por el momento "no se pueden usar" las piscinas. "En su momento daremos indicaciones si se pueden utilizar y en qué condiciones", ha explicado.
Normas obligatorias para el uso de las piscinas públicas:
- El control de temperatura será obligatorio para poder acceder al recinto, pues la fiebre es uno de los principales síntomas del COVID19.
- Mientras las piscinas estén habilitadas, se deberá llevar a cabo una desinfección completa y diaria de todo el recinto.
- Antes de ingresar en las piscinas, será obligatorio el uso de la ducha, tanto antes como después del baño.
- Los toboganes quedan prohibidos por el momento.
- No se permite jugar con pelotas dentro del agua. Tampoco saltar, salpicar o introducir colchonetas.
- Se deberá mantener la distancia de seguridad tanto fuera como dentro del agua.
- El agua de la piscina debe ser siempre clara. En el momento en el que se deje de ver el fondo, se procederá al cierre inmediato.
- El socorrista será la persona encargada de vigilar el cumplimiento estricto de estas medidas de seguridad.
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