El
Ayuntamiento y las asociaciones de vecinos llevan años denunciando el
desmantelamiento del Vázquez Bernabeu, que la Generalitat prometió convertir
en un hospital de referencia para Mislata. Entre todos los incumplimientos de
aquel compromiso firmado por la Conselleria de Sanidad en 2009, el que más ha indignado a la ciudadanía es el hecho de que las
urgencias del hospital sólo cuentan con un médico, que además atiende también las urgencias domiciliarias. Años de protestas y movilizaciones, la última el 18 de diciembre
de 2014, para alertar de que algún día podría ocurrir una desgracia.
Como
así ha
sido. Ayer por la mañana, una vecina de Mislata falleció a las
puertas del Hospital Militar después de esperar media hora a que llegara una
ambulancia desde otro municipio y la trasladara a la
puerta de urgencias, a 100 metros de distancia. Además, la información de que dispone el Ayuntamiento, confirmada por personal del
centro sanitario, apunta a que en urgencias tampoco había médico y tuvieron que llamar al de la planta de
enfermos crónicos, que cuando llegó sólo pudo certificar la defunción. Con todos estos
indicios, el alcalde, Carlos Fernández Bielsa, ha exigido a la Generalitat “una investigación urgente para aclarar las circunstancias de
este triste suceso. Y si existen responsabilidades, de cualquier tipo, las
exigiremos con la misma firmeza con la que llevamos años exigiendo al PP que
deje de mentirnos y cumpla su compromiso con Mislata”.
Los
hechos ocurrieron ayer por la mañana, cuando una vecina de Mislata, de 72 años de edad, sufrió
un ataque al corazón cuando se disponía a subir a un autobús para participar en una salida cultural a Benidorm, organizada
por el Ayuntamiento con motivo del Día de la Mujer, junto a otras 400 mujeres del
municipio. A las 8.06 de la mañana se produjo la primera llamada de auxilio
y, a las 8.16 horas, fue la propia concejala María Luisa Martínez, que estaba asistiendo a la víctima, quien llamó por
segunda vez para alertar de la gravedad del caso. La ambulancia llegó a las
ocho y media, según todos los testigos, y no desde el Hospital
de Mislata, sino desde el Hospital de Manises.
El
vehículo sanitario trasladó a la mujer a las
urgencias del Vázquez Bernabeu, a escasos cien metros de
distancia. Y según ha podido confirmar el Ayuntamiento de
fuentes del propio hospital y de los familiares de la víctima, en urgencias tampoco había médico y fue una enfermera quien trató de reanimar, sin éxito, a la vecina de Mislata. Cuando llegó el médico, apuntan las mismas fuentes, la mujer ya había fallecido.
En la
información publicada hoy por Levante-EMV, la empresa privada que gestiona
el Hospital de Mislata niega las carenicas del servicio de urgencias en el
momento del suceso, algo que para el Ayuntamiento “carece de credibilidad,
porque llevan años negando sistemáticamente todas nuestras
denuncias sobre el desmantelamiento del centro, que posteriormente se han
confirmado”. Por eso, el alcalde pide al president de la Generalitat,
Alberto Fabra, que tome cartas en el asunto, ordene una investigación inmediata y exija responsabilidades al conseller Manuel
Llombart.
Esta
no es la primera vez que Mislata exige a Fabra la dimisión del conseller de Sanidad. En enero de 2014 lo exigió el
pleno de la Corporación Municipal y en febrero fueron las
asociaciones vecinales, organizadas en torno al Pacto por la Sanidad de
Mislata, quienes salieron a la calle para pedir la dimisión de Llombart. Además, a finales del año pasado, el Pacto por la Sanidad solicitó una
reunión formal con el propio
conseller para denunciar el desmantelamiento del Hospital Militar y el
incumplimiento de los compromisos firmados por su conselleria, pero Llombart se
negó a
recibir a los representantes vecinales de Mislata.
Han pasado cinco años
desde aquel pacto y los vecinos de Mislata no han visto ni rastro de aquellos
seis millones de euros en inversiones prometidas y los servicios sanitarios del
Hospital Militar, lejos de ampliarse, se han ido desmantelando. A día
de hoy, el centro sigue sin contar con urgencias pediátricas, ni área
de radiodiagnóstico, ni servicio de cirugía ambulatoria, ni
unidad de ingreso de corta estancia, ni centro de planificación
familiar ni las 21 especialidades médicas prometidas.
“Nada de nada. Sólo mentiras y más mentiras”, concluye Bielsa.
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