Estado de la instalación eléctrica
Aspecto de una de las viviendas.
Estado de una de las habitaciones de una de las viviendas.
Uno de los afectados muestra el estado de las viviendas. La Antigua Colonia Militar de Paterna es un barrio prácticamente deshabitado, una especie de ciudad fantasma que cuando accedes a su interior transmite un sentimiento de tristeza que arraiga entre escombros en los suelos y pintadas en sus paredes. Esta colonia formada por varias hileras de bloques está situada en las inmediaciones del cuartel militar de Paterna y durante muchas décadas ha servido para dar cobijo a militares y coroneles que eran trasladados desde fuera al cuartel de la localidad.
En la actualidad, son muy pocas las familias que todavía residen en la zona y pronto serán rehubicadas ya que recientemente se producirá la demolición de las viviendas con el fin de llevar a cabo una actuación urbanística por parte de la Sociedad Urbanística Municipal de Paterna (SUMPA) la cual es propietaria de muchas de las viviendas militares.
Ahora, cuatro familias aparecen para completar la historia de estas viviendas, cuatro familias vistas en la calle por los desahucios, decidieron unirse el pasado miércoles y asistir al plenario y no abandonar el salón de actos hasta que se les escuchase y se les diese una solución, amenazando con dormir allí.
Fue a las 22 horas de la noche cuando lograron su objetivo, una vivienda temporal y con carácter de urgencia para cada familia que recibieron tras firmar un contrato que conservan como si fuese un tesoro.
Aún sabiendo que se trata de algo temporal, las cuatro familias, recibieron las viviendas con gran ilusión, una ilusión que fue en decadencia cuando los técnicos visitaron los hogares y según nos cuentan los afectados “los técnicos nos han dicho que no nos van a dar la cédula de habitabilidad por lo que pueda pasar con la instalación de luz y agua, no se hacen responsables” y es que desde El Periódico de Aquí pudimos ser testigos de la precaria situación de la instalación y canalización tanto de agua como de luz así como de algunos elementos como paredes, techos, etcétera.
Los esfuerzos por conseguir una vivienda no habrían servido de mucho si ahora el informe del cual todavía no se conoce el resultado es negativo, en cuyo caso y según queda estipulado en una de las cláusulas del contrato que firmaron, las familias debería hacerse cargo de los costes que suponga modificar la instalación de agua o luz para conseguir la cédula y poder habitar en la vivienda, algo que según nos cuentan “no podemos asumir puesto que sería mucho dinero”. Una inversión que no les resultaría rentable pues el objetivo final de esas viviendas es proceder a su demolición en unos meses.
Ahora sienten una impotencia muy grande y se sienten engañados “lo único que querían era que nos fuésemos del Salón de Plenos porqué al día siguiente tenían un acto y firmamos como ciegos el papel que nos dieron” comenta un afectado.
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