Lorenzo Agustí, alcalde de Paterna. FOTO EPDA Lorenzo Agustí, el alcalde popular de Paterna, tiene un pie en les Corts Valencianes. Tras la dimisión de Antonio Ángel Hurtado como parlamentario autonómico del PP, entrará en el pleno de la próxima semana el alcalde de Santa Pla, Miguel Zaragoza. Con dos dimisiones más de diputados en la provincia de Valencia y el siguiente en entrar sería el controvertido Lorenzo Agustí, de manera que cualquier abandono que se produjese en las filas populares, encumbraría a la política autonómica al alcalde de Paterna, quien goza de mayoría absoluta en Paterna, pero se ha granjeado grandes enemigos en las filas de su propio partido, al presentar pulsos contra la dirección regional y provincial, al postularse tanto como candidato frente a Alberto Fabra, como amagar con hacerle un pulso a Alfonso Rus.
De hecho, aunque ganó el congreso local recientemente, en el mismo quedó patente que hay un malestar creciente en la agrupación popular de Paterna. En el mismo, Agustí, ganó con 180 votos -de un total de 420 afiliados con
derecho a voto, lo que supone el 45%-, ganó la partida al ex concejal del PP,
Vicente Arenes, que logró 30 votos, mientras el abogado Juan Francisco
García, apoyado por Rus, se quedó en sólo 23 y tiene muy lejos convertirse en
una alternativa.
Con todo, ha quedado en evidencia la fracción del partido y
los recelos crecientes que la manera personalista de hacer política del alcalde
han despertado en una parte de la militancia del partido de una ciudad clave en
la comarca de l’Horta, antiguo bastión socialista. Aunque ha salido victorioso
en esta ocasión, el congreso ha servido para posicionar una alternativa en el
futuro a Agustí. Precisamente, hay fuentes de toda solvencia que aseguran que
Lorenzo Agustí no acabará la legislatura por motivos familiares.
Además, Agustí se ha ido aislando en el Partido Popular,
tanto a nivel provincial, como autonómico, dados algunos ex abruptos y salidas
de tono, tanto respecto a la dirección provincial de Alfonso Rus, como la
dirección autonómica que preside Alberto Fabra.
El congreso celebrado en Paterna vivió momentos de tensión
y polémica, puesto que el cónclave venía precedido por duras críticas de sus
contrincantes. De hecho, según fuentes del partido, ‘‘el aparato del partido y
el entorno de Augstí se movilizaron, realizando numerosas llamadas a muchos
militantes recordándoles que tenían que votar por Lorenzo Agustí, aplicando el
rodillo de la políltica (laboral) del miedo’’.
El congreso se prolongó durante cuatro horas y comenzó con
la impugnación de García ante el Comité Organizador del Congreso (COC), al
protestar porque ua decena de afiliados no pudieron acreditarse. La respuesta
del Comité fue que sólo podrían votar los militantes que estaban dados de alta
y al corriente del pago de la cuota correspondiente antes de cerrarse el censo
electoral.
La queja se refería a un número de afiliados que se
apuntaron al partido en la sede provincial del PP y que fueron rechazados por
el COC. Estos hubiesen votado previsiblemente por la opción del abogado,
apoyado por Rus.
En el congreso hubo desembarco de miembros de la ejecutiva provincial y
ausencia total de responsables de la dirección autonómica.
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