El alcalde y la concejala de Educación se
desplazaron a la Conselleria de Educación para exigirle al Director General de
Centros Docentes la retirada de su propuesta de recorte de aulas y profesores.
Lo hicieron acompañados por representantes de los padres y madres afectados y
con datos sobre la mesa acerca de la demanda que tienen los colegios que se
verán afectados, además de informes sobre la repercusión que tendría la decisión
en alumnos con necesidades educativas especiales.
Para la concejala, Pepi Luján, «la reunión era
necesaria y ha servido para dar a conocer a la Conselleria de Educación las
cifras reales de demanda de escolarización en Mislata, y la sensación de
preocupación real que por primera vez han conocido por parte del Ayuntamiento
de Mislata; aunque horas antes el portavoz del Partido Popular hubiera forzado
una reunión que no había servido para nada porque ni aportó datos ni contó con
las AMPAS, como ellas mismas le han recriminado».
Mislata, con la medida que pretende llevar a cabo la
Generalitat, perderá dos unidades educativas de Infantil de dos centros que
precisamente son referentes. Uno de ellos, L’Almassil, por ser pionero en línea
educativa en valenciano, además de ser uno de los más demandados y que cada año
cuenta con lista de espera; el otro, Maestro Serrano, porque pondría en peligro
el desarrollo y una evolución favorable de niños y niñas con autismo y
problemas de audición. En ambos casos, como coincide el Consejo Municipal
Escolar, la supresión está injustificada.
El alcalde, además, ya se ha puesto en contacto
también con la consellera de Educación, Mª José Catalá, para transmitirle su
preocupación. Para Bielsa, la única solución es «que la Conselleria dé marcha
atrás y acabe con la preocupación que está provocando entre los padres y madres
de Mislata y entre los colectivos de AMPAs, que no saben hasta qué punto les va
a afectar la errónea medida de recortar más en educación». A lo que ha añadido
que hará «todo lo posible por paralizar los objetivos de la Generalitat, que
abrirían brechas en los colectivos educativos de Mislata y generarían más
desigualdades e injusticias entre los más débiles».
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