Jose Manuel Mora. EPDAEs la nueva parida surgida en el seno de nuestra "gauche divine", que en los últimos días se encarga de esparcir por nuestras conciencias, la "Brunete mediática" y demás adlátares, para acojonarnos, para meternos el miedo en el cuerpo, para tenernos atrapados emocionalmente en sus garras ideológicas, para que no pensemos en clave liberal y, así, seguir manteniéndose en el poder. Una especie de tótem o tabú freudiano que nos atenace el raciocinio, frente a unos males a los que solo les puede poner solución el socialismo y, para más joder, el comunismo. Vamos, sanchismo en estado puro.
Manipulan, tergiversan, omiten, aumentan y disminuyen la realidad a conveniencia - lo que están haciendo desde que nos gobiernan - y así, de una noticia surgida en Austria, sobre un posible e improbable apagón sostenido en el tiempo, que puede sobrevenirnos en los próximos cinco años (con una probabilidad de o,ooooo1%), intentan manipular nuestro subconsciente, haciéndonos creer que pasará ya mismo - cuando dejen de gobernar, claro - por haberlos echado del machito a base de... votos, como no puede ser de otra manera.
Ellos son el pastor, con sus perros mediáticos, y nosotros su rebaño.
Todo esto ya lo hemos comprobado y sufrido sobradamente durante la pandemia por parte de casi todos los ministros - algunos defenestrados abruptamente, tirados por el barranco - y, en especial, por la gran cantidad de gilipolleces emanadas desde el ministerio de Igualdad, con su gran troupe de enchufados, enchufadas y enchufades, que no voy a reproducir aquí, por vergüenza torera.
Tambien montan teatrillos callejeros, para mayor gloria de la emergente ministra de Trabajo, Yolanda Diaz, comunista ella perteneciente a la familia de CCOO, a cuenta de la derogación eufemística de la Reforma Laboral, en la que se erige cual ariete que arremete contra la Europa neoliberal y contra su "colegui" Nadia Calviño. Vamos, una ópera bufa en toda regla.
Pero el comunista más comunista de todos es el ministro Garzón. Con esa apariencia de no haber roto nunca un plato, una vocecita cadenciosa, sin decir una palabra más alta que otra y dándonos la falsa impresión de que es un "bon xic", culto, empático y cautivador.
Pues bien, las apariencias engañan.
Subvencionado, como otros muchos, por el régimen chavista antes de ser ministro, y creciendo al calor protector de Izquierda Unida - antes PCE - , ya había roto algún que otro plato pero, desde que está pululando por las alturas ministeriales, ya se ha cargado unas cuantas vajillas, y las que le quedan.
Se ha propuesto cercenar nuestra libertad - constitucionalmente hablando, claro - para poder elegir nuestra forma de vida, en concordancia con nuestras ideas morales, políticas, religiosas, de pensamiento, de ocio, de alimentación, etc. En fin, de lo más íntimo y sagrado de cada cual.
El último plato que quiere romper es el de las empresas de alimentación, que han puesto el grito en el cielo, copiando de los franchutes Nutri-Score, o lista de productos correctos e incorrectos, con lo que hará "més mal q'un porc solt". Parece ser que no le van a dejar sus propios colegas.
Volviendo al principio, este apagón, mal que les pese, se ha producido en su fábrica de parir las milongas que nos cuentan, sobre todo económicas, todos los días, y en la falta de argumentos e ideas convincentes que tienen para adocenarnos, alienarnos y adoctrinarnos.
La sabiduría popular, como no puede ser de otra manera, se tiene que sobreponer al apagón, y hacer caso omiso a tantas sandeces, tanto postureo y a tantas mentiras.
No nos dejemos pastorear por estos lobos, con apariencia de corderos.
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