Lucas Ortega Salinas, Delegado de Educación del sindicato CSIF. /EPDA El pasado mes de febrero la Dirección General de Centros publicó la propuesta de arreglo escolar de los colegios de infantil y primaria para el curso 2023/24.
El marco normativo que lo regula está recogido en las Instrucciones de la Secretaría Autonómica de Educación y Formación Profesional, donde se fijan los criterios generales para la modificación de unidades, puestos de trabajo docente y otras características para el próximo curso. De todo ello se derivan tres posibilidades en los centros:
A) Disminución de las unidades.
B) Mantener las mismas que el curso actual.
C) Aumento de unidades.
El aspecto básico que determina estas situaciones es la ratio escolar, en nuestra comunidad las ratios máximas para el curso próximo quedan establecidas así:
Educación infantil (2 años): 18 alumnos.
Segundo ciclo de educación infantil hasta 5° de primaria: 25 alumnos.
Sexto de primaria: 30 alumnos.
En este marco general, hay diversos factores a tener en cuenta para la reducción de las ratios vigentes:
- Alumnado con necesidades educativas especiales (NEE), ¡ojo! con necesidad de apoyo de grado 3.
- Atención a la diversidad, necesidades de apoyo y compensación educativa.
- Centros incompletos y colegios rurales agrupados.
- Capacidad y estado de las instalaciones, teniendo en cuenta que los requisitos mínimos son de 2 metros cuadrados para el alumnado de Educación infantil y de 1,5 metros cuadrados para educación primaria.
También existen otros aspectos que deben ser valorados por la administración:
- Previsión de matrícula ordinaria y tendencia de matrículas sobrevenidas en el colegio.
- Unidades de ese nivel en la localidad: equilibrio de recursos en los centros existentes.
- Promoción y posibles repeticiones.
- Plantilla necesaria para desarrollar los programas educativos desarrollados en el centro.
Mejorar esta situación es posible
Creo que es necesario mejorar la atención de los alumnos con necesidades educativas especiales, aplicándose la bajada de ratio a partir de la necesidad de apoyo de grado 2 (se trata de alumnos que necesitan apoyo con personal especializado) y por supuesto, incrementar la reducción establecida para los alumnos con apoyo de grado 3.
También sobre atención a la diversidad, actualmente existe un número considerable de centros con alumnado con necesidades de compensación educativa, y parece que esta tendencia va en aumento. La administración debe ser consciente de esta situación, aumentando la dotación de personal en estos colegios.
Es importante seguir apostando y cuidando los centros incompletos y la escuela rural. Se trata de centros que con sus particulares características, requieren un "extra" de vocación e implicación de la plantilla docente.
En definitiva y sin ambages, considero imprescindible abordar una bajada de ratios generalizada, empezando por la etapa de educación infantil y extendiéndose de manera progresiva al resto de etapas educativas. En otras comunidades este proceso se ha iniciado ya ¿por qué aquí no?
Esta reducción de ratio es posible y necesaria, implica una atención más individualizada del alumno y juega a favor de toda la comunidad escolar: a menor ratio mayor calidad educativa.
En línea con todo esto, desde CSIF hemos planteando una batería de reivindicaciones en la negociación actual de la nueva Orden de Plantillas. Por supuesto seguiremos insistiendo y trabajando en ello.
¡No a la eliminación de aulas y docentes!
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