El artista ante dos de sus obras La actual exposición en el Centro Mario Monreal de Sagunt del artista José Enrique Gómez Valverde, que estará vigente hasta el 28 de febrero, está adaptada al espacio disponible de la misma y que se configura en tres salas, dando juego para poder haber podido presentar una muestra en la que se pueden diferenciar tres amplias “técnicas” con las que trabajo actualmente.
En la primera planta se puede ver una técnica de collage polimatérico en donde se aúna la arpillera, polvo de mármol, acero, madera, plástico etc, formando unas bellas creaciones en las que, quizás, el hilo conductor de todas ellas sea el aparente estado inacabado de las obras unido al aprovechamiento del color natural del material. Todo ello ofrece una imagen ZEN donde se pueden apreciar los conceptos SABI y WABI preconizados por esta filosofía.
En la segunda planta, se pueden apreciarse otra obra que sin salir de los conceptos antes descritos se aproxima a la pintura expresionista de la Escuela de NY, con grandes manchas de color (colour fields) y en mayores formatos y sin salir prácticamente de las gramas de blancos y negros, persiguiendo la carencia y austeridad en el color,una mayor presencia demostrando, que éste, no es imprescindible en la creación artística. Casi al contrario, es decir la falta de color crea un estado espiritual más profundo propiciando un clima de mayor comunicación con otros estados menos físicos.
En la tercera planta, aquí hay como una mayor presencia del color y que sin salir de ese estado de aparente pobreza en los materiales usados, se proponen unos collages tanto en papel-cartón como en materiales reutilizados elevándolos de su estado de desecho al de nobleza capaces de incluirse en una obra de arte. Como si se le dieran segundas oportunidades a materiales que en “sus otras vidas anteriores” hayan cumplido con otras funciones o finalidades.
Por otra parte, Valverde ha reunido en esta exposición una parte significativa de su producción actual, caracterizada por un complejo estudio del Vacío en el arte como elemento de unión, armonía y elegancia. Para alcanzar la fusión entre materia y vacío, el artista se sirve de elementos aparentemente efímeros e irregulares como arpilleras, fragmentos de cartón o pedazos de maderas ya “labradas” inicialmente por la naturaleza, un conglomerado de piezas que unidas en la obra configuran el puzzle perfecto, la idea de unidad armónica. Desde el blanco y negro o los elegantes tonos ocres hasta los más coloristas collages, toda la obra mostrada por Valverde establece ese diálogo entre materia y vacío, reflejado como la tensión necesaria en toda obra de arte viva.
En definitiva, el artista trabaja en nuevos proyectos desarrollando nuevas técnicas basadas en las posibilidades artísticas de materiales pobres, incluso de desecho, al objeto de ennoblecerlos al darles “segundas” oportunidades artísticas, demostrando nuevamente que la creación no tiene que ir de la mano de la superabundancia, ni de medios ni de calidades materiales, que basta con acariciar sus potencialidades para que se abran, se expresen y se unan muy dignamente a la obra de arte. Igualmente investiga y desarrolla creaciones con nuevos materiales de reciente salida al mercado.
Vista de una de las salas de la exposición
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