El arzobispo de Valencia, monseñor Carlos Osoro, llevará a Tierra Santa una réplica del Santo Cáliz de la Última Cena que se venera en la Catedral en la peregrinación diocesana a los Santos Lugares que presidirá el próximo mes de abril, organizada por los franciscanos.
La réplica será entregada por el prelado en Jerusalén, a donde viajará del 9 al 12 de abril, para ser colocada junto al Cenáculo, en el llamado “Cenacolito” de los religiosos franciscanos.
Precisamente, el pasado mes de octubre, enla fiesta anual del Santo Cáliz de la Última Cena en la Catedral, la Custodia Franciscana de Tierra Santa, representada por el provincial de los franciscanos en Valencia, José Antonio Jordá, recibió la réplica de la reliquia.
A la peregrinación diocesana, organizada junto con la Real Hermandad del Santo Cáliz y la Cofradía del Santo Cáliz de Valencia, “podrán adherirse todas aquellas personas que deseen acompañarnos”, según han indicado hoy a la agencia AVAN fuentes de la organización.
Una vez en Jerusalén, la réplica del Santo Grial será entregada, provisionalmente, en la sede de la Custodia de los Franciscanos en Tierra Santa, ubicada en la iglesia convento San Salvador hasta que concluyan las obras del “Cenacolito”, donde será definitivamente depositada.
El “Cenacolito”, situado en el convento de San Francisco “Ad Coenaculum”, sobre el monte Sión, se encuentra a escasos metros del Cenáculo, lugar en el que Cristo celebró la Última Cena, y que, en la actualidad, es una sinagoga. La réplica será entregada por el Arzobispo al representante oficial de la Custodia Franciscana, Pier Bapttista Pizzaballa. Al término del acto, el prelado presidirá una eucaristía.
La idea de trasladar una réplica del Santo Cáliz a Tierra Santa surgió durante la peregrinación que realizó el pasado mes de agosto la parroquia del Espíritu Santo de la localidad valenciana de Alberic con su párroco, Francisco Luis Ramírez Gimeno.Al regresar a Valencia, le trasladó la idea al arzobispo de Valencia, monseñor Carlos Osoro,que “la acogió muy favorablemente”.
Según el provincial de los franciscanos, José Antonio Jordá, “ésta es una manera también de colaborar con Tierra Santa ya que la Iglesia de Jerusalén, la Iglesia madre de todos los cristianos, está pasando por momentos muy difíciles en la actualidad y es nuestra obligación, y la de todos los cristianos, estar al lado de la Madre que nos necesita”.
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