El
aumento de la práctica deportiva de alto riesgo ha elevado el número
de lesiones de rodilla causadas por traumatismos de alto impacto,
según explican los especialistas del Servicio de Traumatología del
Hospital de Manises. Se trata en su mayoría de roturas de ligamentos
y problemas de menisco y cartílago en pacientes jóvenes. “Sobre
todo en personas que practican este tipo de deporte de forma amateur
y sin la adecuada preparación”, explica el doctor Marco Strauch,
jefe del Servicio de Traumatología del centro valenciano.
La
falta de una preparación adecuada y la no realización de ejercicio
físico continuado es una de las principales causas de estas
lesiones. “Es muy peligroso un comienzo brusco de actividad tras
una larga fase de sedentarismo. No podemos ponernos a practicar un
deporte sin habernos preparado bien previamente”, aconseja el
doctor Strauch quien ejemplifica que, “el famoso partido de fútbol
con los compañeros tras años de parón es un ‘deporte de alto
riesgo’ para la integridad de nuestras rodillas”.
Deportes
más y menos seguros
Y
es que, según destaca el doctor Strauch, “los deportes más
peligrosos para las articulaciones inferiores son la mayoría los que
tienen que ver con la pelota (fútbol) o el trail running (correr por
la montaña), algo que ahora está poniéndose de moda ya que los
pacientes caen y se tuercen los tobillos y las rodillas”, explica
el especialista de Manises. Por contra, deportes con poco riesgo para
esta articulación son todos aquellos que tienen movimientos
controlados, como la natación, el ciclismo, el running o walking.
El
calzado también influye en la protección de la rodilla durante el
deporte. “Podemos neutralizar la carga que la pisada proyecta sobre
la articulación con un buen calzado que estabilice los tobillos”,
explica el traumatólogo de Manises. También es importante la
pisada. “Pisar primero con el talón puede cargar más el cartílago
del fémur y la tibia, mientras que con el antepié se sobrecarga la
articulación femoro-rotuliana”, asegura el doctor Strauch. Para
evitar sobrecargas para las rodillas, los especialistas aconsejan
correr sobre superficies llanas y con suficiente sujeción y
amortiguación por parte del calzado.
Por
último, los expertos aluden a la propia fisionomía de la persona
que practica deporte como factor desencadenante de lesiones. “Una
pierna con eje varo (con curvatura como la de un vaquero) está más
predispuesta a ocasionar lesiones, principalmente en el compartimento
interno de la rodilla, conocido como menisco interno”, detalla el
jefe de Traumatología del Hospital de Manises.
Mejor
recuperación
La
buena noticia, según los especialistas del centro sanitario, es que
este tipo de lesiones tienen mejor recuperación que las causadas por
sobrepeso o degeneración de la articulación. “Estas lesiones
suelen requerir intervenciones quirúrgicas con una tasa elevada de
éxito, ya que podemos trabajar en condiciones óptimas por parte de
los pacientes”, reconoce el doctor Strauch.
En
este sentido, la gran mayoría de las lesiones deportivas de las
rodillas son tratadas mediante artroscopia, una técnica muy poco
invasiva con una incisión de tan sólo unos milímetros que permite
una buena recuperación. Si se trata de una lesión de grandes
dimensiones ya será necesaria la cirugía abierta. “En nuestro
caso, al contar en cartera con todos los tratamientos disponibles,
podemos elegir el más adecuado en función de la tipología de la
lesión y el perfil del paciente”, concluye el jefe de
Traumatología del Hospital de Manises.
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