La persona que venía ejerciendo las
funciones de secretaria-interventora del ayuntamiento de El Toro durante más de
veinte años ha renunciado a su puesto de trabajo por lo que eL ayuntamiento, al
quedarse sin secretario, queda en una situación administrativa muy comprometida
en un momento en el que, además de los asuntos corrientes, hay que aprobar el
presupuesto municipal para 2019 y organizar los próximos procesos electorales
de abril y mayo.
La alcaldesa, Ana Mª Orduña, no ha
comunicado aún a los concejales del grupo municipal socialista en la oposición
los motivos de esta renuncia y las gestiones que tiene pensadas llevar a cabo
para dar una solución a este problema. La relación entre la alcaldesa y la
secretaria era buena hasta el punto de que Ana Mª Orduña calificaba a la
secretaria como su asesora.
La renuncia de la secretaria de este
municipio de 250 habitantes, cargo que gozaba de una remuneración de unos 2400
euros mensuales brutos, se añade a la serie de reveses que Ana Mª Orduña ha ido
experimentado a lo largo de toda la legislatura que ahora finaliza, empezando
con el aumento de la representación de la oposición socialista en las
elecciones de 2015 (que pasó de uno a tres concejales).
Además, el talante autoritario de la alcaldesa
llevó a la aprobación en pleno de una moción de reprobación de su gestión en
enero de 2017, moción secundada por dos ediles de su propio grupo político.
Medio año después, el pleno aprobó una moción solicitando la dimisión de la
alcaldesa. A pesar de no contar con apoyos suficientes, la alcaldesa no dimitió
haciendo caso omiso de la moción aprobada. Esta no ha sido la única moción
aprobada en pleno pero no ejecutada. Se da la circunstancia que el pleno,
estando la alcaldesa en minoría, aprobó solicitar a la Generalitat la exención
del cargo de secretario privativo. Hasta la fecha esta solicitud no se sabe si
se ha cursado o no.
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