Reunión con un centenar de vecinos de la zona
El Ayuntamiento de
Paterna ha abierto un plazo de una semana antes de decidir la solución
definitiva a las obras de mejora del drenaje de pluviales en la calle 133. Durante
este tiempo, en el que los vecinos presentarán un escrito con propuestas para
ser valoradas y validadas por los técnicos, las obras no se detendrán, pero se
dará prioridad a la parte de las mismas que sí cuenta con el necesario consenso
vecinal, como es el rebaje de aceras para facilitar el acceso del agua a la
zona verde y la ampliación del cajón bajo las vías del tren en el cruce de las
calles 133 y 17. Se finalizarán las tres balsas de laminación que ya están prácticamente
ejecutadas, pero no se acometerán por el momento las seis restantes. Esta fue
la decisión tomada por la teniente alcalde de Servicios, Marisa Ferre, con el
respaldo de la alcaldesa, Elena Martínez, tras la reunión mantenida ayer con
más de un centenar de vecinos de la calle 133 y Barranco del Rubio, que esperan
una solución definitiva al problema de inundaciones en sus viviendas.
La reunión comenzó con
una explicación por parte de los ingenieros acerca del objeto y justificación
del proyecto Sistema de Drenaje Sostenible de la calle 133, que en síntesis es
la “reducción drástica de las inundaciones en la zona”. Los técnicos indicaron
que se pretende lograr mediante la construcción de las balsas de laminación la
retención temporal del caudal de agua durante los episodios de lluvia
torrencial, para derivarlo gradualmente al colector que recorre la calle,
mejorando su eficacia. Un número razonable de vecinos no dio su visto bueno a
esta actuación, pues consideran que tendrá una afectación negativa a la
estética de la zona verde y para el esparcimiento vecinal. Si son del agrado de
los vecinos las obras que contemplan la resolución de un punto crítico como es
el cruce bajo las vías de ferrocarril en el que se puede concentrar mucha agua
durante una tormenta. Para ello se proyecta la construcción de un nuevo cajón
de hormigón con una anchura de 4,5 metros por 0,6 de altura, con el fin de
incrementar la capacidad hidráulica en el cruce de las calles 133 y 17. Esta
actuación, junto con el rebaje de aceras se ha decidido prioritaria por parte
de técnicos y vecinos.
Por otro lado, durante la
reunión de ayer se aprovechó también para presentar el Estudio de Soluciones
para el Encauzamiento de Barranco del Rubio. Tal y como solicitaron los vecinos,
y como se comprometió la concejala Marisa Ferre el pasado verano, los
ingenieros han modificado la propuesta para pasar de un encauzamiento a cielo
abierto a una solución de encauzamiento cerrado. Esta actuación es posible
porque al contrario que en el caso de Barranco Barato la Confederación
Hidrográfica del Júcar sí permite la opción de enterrado porque no considera la
parte urbana del barranco del Rubio como Dominio Público Hidráulico. Según el
citado estudio de soluciones, las pluviales serían transportadas por medio de
un marco de 3,5 x 2 metros. En las calles perpendiculares al Barranco del Rubio
se colocarán rejillas conectadas también a los pozos de registro. El
encauzamiento cerrado es del agrado de los vecinos, salvando algunos detalles
que ya se apuntaron en el día de ayer por parte de los técnicos. Como ventajas
respecto al encauzamiento a cielo abierto hay que destacar el hecho de que no
se pierden aparcamientos y mantiene aceras con un ancho de 2,90 metros. La
solución a cielo abierto asegura mejor la captación de la escorrentía y tiene
un Presupuesto de Ejecución Material de 3,2 millones de euros por los 5,7
millones del encauzamiento enterrado. El Consejo de Administración de Aigües de
Paterna tiene previsto aprobar en su próxima reunió encargar la redacción del
proyecto soterrado en las condiciones apuntadas por los vecinos.
La alcaldesa de Paterna,
Elena Martínez, indicó que “la máxima de este Equipo de Gobierno es alcanzar el
consenso con los vecinos. Somos conscientes de que se trata de unas obras
complicadas que tienen la prioridad de resolver los problemas de inundaciones
en esta zona de La Canyada”. La alcaldesa consideró que “con un importante
esfuerzo por parte de todos, seguro que vecinos, técnicos y políticos
alcanzamos la solución que permita que las obras resuelvan el problema de
inundaciones y a la vez se mantengan los criterios apuntados por los vecinos”.
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