Después de la
subida impuesta por el gobierno central en el año 2010, el ejecutivo municipal
ha decidido cumplir con una de sus primeras propuestas electorales y así, según
el edicto del Ayuntamiento de Picassent, publicado el pasado el 30 de octubre
de 2015, ha quedado definitivamente aprobada la modificación de la Ordenanza
Fiscal Reguladora del Impuesto de Bienes Inmuebles para 2016. Una modificación,
que fue aprobada por el pleno de la Corporación, en el mes de julio, pero que
no se ha hecho efectiva hasta su publicación el BOP.
“En la medida de nuestras posibilidades, desde el Ayuntamiento
siempre procuramos aliviar la presión fiscal sobre las familias, por este
motivo, ahora que hemos podido hemos hecho efectiva esta rebaja en el impuesto
de la contribución”, afirma la alcaldesa, Conxa García.
De este modo, el
tipo de gravamen para viviendas urbanas pasa a ser del 0,78 %, y para los
inmuebles de naturaleza rústica, se mantiene en el 0,75 %. No obstante, también
hay que recordar que, al mismo tiempo, se ha producido una actualización en los
valores catastrales, pasándose a tener un coeficiente del 1,1.
Francisco Quiles,
concejal de Hacienda y Personal
manifiesta, “nos comprometimos con los ciudadanos/as a que en esta
legislatura bajaríamos algunos impuestos que afectaban más directamente a la
economía familiar, y así lo hemos hecho
en el primer año con el IBI urbana.
Hemos modificado el gravamen municipal, que es competencia del ayuntamiento,
del 0,88 al 0,78 lo que producirá una pequeña bajada en el recibo de la
contribución y una disminución en los ingresos de aproximadamente 150.000
euros. A esto hay que añadir la aprobación en el pleno de las bonificaciones en
el IBI de los propietarios con familias numerosas que daremos a conocer una vez
se haya producido su aprobación definitiva, y que también producirá una
disminución en la recaudación por este concepto”.
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