Operarios de Ikea desmontando el container. /EPDA El ayuntamiento de Valencia ha obligado a la multinacional sueca IKEA a retirar una acción promocional que pretendía ocupar suelo público en plena Plaza de la Reina durante estas fallas, junto a Santa Catalina y con un impacto visual muy negativo.
Se trataba de un container adaptado para recrear una habitación amueblada que, a modo de expositor, promocionará los productos que venden los almacenes especializados de IKEA en España. Un escaparate que quería aprovechar ante decenas de miles de valencianos y turistas, pero con un gran impacto de seguridad y visual en una zona donde deben pasar miles de personas durante la ofrenda a la Virgen de los Desamparados.
La multinacional sueca ya había realizado una acción similar el año anterior, cuando ocupó parte de la Plaza del Ayuntamiento para sus actividades promocionales en una decisión que fue muy criticada tanto por ceder a una empresa metros cuadrados en una plaza que se queda pequeña en la celebración de cada mascletà, como por el hecho de que se descubriera que IKEA consiguió ese codiciado espacio durante todas las fallas la irrisoria cantidad de 35.000 euros.
Conscientes de la polémica, los ejecutivos de marketing de la multinacional escogieron este año la más alejada Plaza de la Reina e intentaron llegar a un acuerdo con alguna de las comisiones falleras que plantan en las cercanías de la misma. Sin embargo la instalación de su container chocaba frontalmente con el plan de emergencia para la zona en fallas que establece que la plaza de la Reina tiene que quedar libre de grandes elementos por si fuera necesaria la evacuación, y además se había instalado sin pedir el informe pertinente de la Comisión de Patrimonio que regula la protección del entorno de la Ciutat Vella.
Cuando el año pasado, el por entonces alcalde de Valencia, Joan Ribó, aprobó la instalación del “saloncito fallero” de IKEA ya se apuntó a que este tipo de instalaciones pueden entrar en conflicto con el bando que regula la actividad extraordinaria de las fallas. Razón por la cual el nuevo gobierno valenciano ha optado por denegar los permisos a la empresa sueca.
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