Las chicas seleccionadas para el taller. FOTO EPA.
Hasta el 13 de abril, ocho jóvenes estudian materias de estética en un taller de inserción laboral que les permitirá montar su propio gabinete: tras abandonar los estudios hace años, ahora buscan en esta formación eminentemente práctica una fórmula para encontrar trabajo y encauzar sus vidas.
Inma, Natalia, Elisabeth, Jennifer, Rebeca, Carol, Sonia y Marta fueron seleccionadas por el Área de Bienestar Social para participar en un Taller de Formación e Inserción Laboral (TFIL) de estética que se viene impartiendo desde mediados de noviembre y que finalizará el 13 de abril.
Laura Checa y Mar Aro son las dos profesoras encargadas de impartirles dos tipos de formación muy distintas, pero complementarias: cada día comienzan la jornada con una hora dedicada a la orientación laboral, aprendiendo los pasos que hay que dar para conseguir trabajo, reforzando aspectos personales y dotándolas de herramientas para insertarse en el mundo laboral, tareas que llevan a cabo en las aulas del Espai Social Martínez Coll.
Pero ésa es sólo la teoría, lo que verdaderamente atrae a estas ocho jóvenes es la práctica y ésta se realiza cada mañana en el Espai Social dels Majors: cuatro horas diarias dedicadas a trabajar con las uñas, las manos, los pies, la piel, las cejas o incluso el pelo, tanto de ellas mismas como de muchas mujeres (y algún hombre) que han visto en este taller práctico una oportunidad perfecta para ayudar a estas jóvenes… y, de paso, la ocasión de mejorar su aspecto sin coste alguno.
“En total van a realizar 310 horas de prácticas en una amplia gama de tareas vinculadas al mundo de la estética”, señala Mariam Cortelles, agente de desarrollo local que coordina el taller. “Pero estas prácticas finalizan en marzo, porque en el último mes realizarán 112 horas enfrentándose a la realidad, trabajando en los distintos centros de estética de Puçol”.
Con el TFIL de estética todas han recobrado las ganas de aprender: alguna ya piensa continuar su formación con un grado medio de estética, otra se documenta para iniciar el curso próximo estudios de peluquería, pero lo que realmente atrae a la mayoría es la posibilidad de montar un gabinete de estética conjunto, entre varias alumnas.
“Están emocionadas con la posibilidad de tener su propio gabinete”, señala Dolores Sánchez, la concejal de promoción económica y empleo. “Para nosotros es una satisfacción que un grupo de jóvenes que había abandonado los estudios por distintos problemas, sea ahora capaz de reorganizar su vida no sólo en el ámbito laboral, sino también a nivel personal y familiar”.
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