Entre la gran variedad de talleres que se ofrecen, destacan los de prensa, lectura y rehabilitación. FOTO: EPDA.
El Centro de Día
de la Mancomunidad del Barrio del Cristo empieza su temporada con nuevos cursos
y talleres destinados a la rehabilitación funcional y cognitiva de los más
mayores; actividades que no solo ayudan al desarrollo psicomotriz de los
ancianos, si no que suponen una gran satisfacción personal al volver a sentirse
útiles dentro de la sociedad.
Entre la gran
variedad de talleres que se ofrecen, destacan los de prensa, lectura y
rehabilitación, ya que estos se imparten prácticamente a diario y ayudan tanto
a la recuperación muscular como a facilitar la expresión y verbalización. Todas
las mañanas, un fisioterapeuta acude al centro para supervisar los ejercicios
de rehabilitación de los 40 ancianos que diariamente acuden al centro. Además,
también ofrece sesiones individuales si hay alguien necesita una mayor
atención.
Luego llega la
hora de los talleres de escritura, momento que los ancianos aprovechan para
escribir poesía, recordar alguna anécdota del pasado o refrescar algunos dichos
populares que hoy en día están en desuso. Muchos de estos escritos se publican
en una revista semestral que edita el propio centro. Después de la comida es el
turno del taller de lectura, donde algunos leen el periódico o una novela y
otros reciben la ayuda de los monitores para mejorar su lectura.
Además, los
ancianos del Centro de Día de la Mancomunidad del Barrio del Cristo reciben
visitas constantes de otros colectivos para realizar talleres conjuntos. Dentro
del Programa Intergeneracional, los niños de los colegios del Carmen y de
Blasco Ibáñez acuden dos veces al mes al
centro para compartir conocimientos con los más mayores; los niños enseñan a
los ancianos a utilizar un ordenador y los jubilados acuden a los colegios para
contar historias bajo la atenta mirada de los pequeños.
Otra asociación
colaboradora es Mambré, una institución perteneciente a Cáritas donde se ayuda
a personas sin hogar. Miembros de esta asociación acuden al centro y acompañan
a los ancianos a hacer la compra, a dar un paseo por el parque o incluso les
llevan a darse un chapuzón a la piscina. A cambio, los ancianos ayudan a la
reinserción social de estas personas sin hogar.
Estas actividades se pueden llevar a cabo gracias a la colaboración de
los Servicios Sociales del Ayuntamiento de Aldaia, el de Quart de Poblet y al
de la Mancomunidad del Barrio de Cristo y a todas las asociaciones que
colaboran activamente con este centro de día. Un centro que ofrece una estancia
ininterrumpida de ocho horas para los cuarenta ancianos que puede llegar a
atender, un servicio que incluye, además, tres comidas al día y el aseo
personal.
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