Emilio Pastor.
Tras
las elecciones del 24M los Ayuntamientos han dado un giro de
trascendental importancia. Nada va a ser como era. Habrá un antes y
un después. Y ese vuelco comporta muchas trasformaciones. La
moral de costumbres, algunas tan arraigadas que parecería
imposible desprenderse de ellas, van a trasformarse en su sentido más
amplio. Lo que asemejaba normal va ser catalogado de excepcional ,
incluyendo a los animales en general y a los de compañía en
particular.
Esa
especie de “pasotismo” en lo que al área animal se refiere, va a
pasar a mejor vida poniéndose en valor conceptos olvidados o
nunca tenidos en cuenta : los intereses de los animales como “
SERES SENSIBLES” a nivel de ordenamiento jurídico como sujetos de
derecho, recientemente reconocidos por Australia, nueva Zelanda y
Francia . En Italia lo están desde 1991. A España a la cola de
estas innovaciones legales, no le va a quedar más remedio que
ponerse al día, partiendo para empezar por sus autonomías y
corporaciones locales. Es, el cambio de los cambios.
En
base a ello, albergamos la esperanza de que más bien pronto que
tarde surgirán, por ejemplo, nuevas ORDENANZAS MUNICIPALES
SOBRE TENENCIA RESPONSABLE Y PROTECCIÖN DE LOS ANIMALES DE
COMPAÑÍA actualizadas y sobre todo efectivas, a tenor de lo
cual, presumiblemente los animalistas dejaremos de ser vistos
como “especies raras”, desocupados o fanáticos, aceptando
que cumplimos con una tarea digna y solidaria.
Confiamos
que a raíz de esta vuelta de tuerca , las denuncias que se tramiten
en lo sucesivo por maltrato, dejación o negligencia para con
ellos, no dormirá en sueño de los justos en los cajones
consistoriales aplicando la ley como toca, al margen de cualquier
favoritismo de la índole que sea.
Bienaventurados
los cambios que ayuden al desarrollo moral de la ciudadanía,
favoreciendo la cultura y la ética más allá de nuestra especie.
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