José Manuel Mora Pla. EPDAA lo largo de los 8 kilómetros del Jardín del Turia, que van desde el Parque de Cabecera, en el límite con Mislata, hasta su momentáneo y abrupto final, cuando tropieza con las vías del tren no soterradas aún, antes del cementerio del Grao y de lo que fue el circuito de Fórmula Uno, conviven en sus más de 150 metros de anchura, dos carriles bici por sus extremos y, durante 5 kilómetros, un carril de tierra batida, exclusivo para practicar running, en la parte central, entre jardines, diversa y frondosa arboleda, algo de cemento, fuentes y, cómo no, el Palau de la Música, el Gulliver y la calatravense Ciudad de las Artes y las Ciencias.
Pues bien, me ha dicho un pajarito, que cuando pase a mejor vida el actual Equipo de Gobierno Municipal - parido en el Rialto, fruto de la preñez democrática de los votos - los nuevos rectores municipales que lo releven, construirán un tercer carril : el de los maleducados (idiotas, imbéciles, tontos, alelados, bobos, necios, estúpidos, ignotos, etc).
Aun siendo esto irónico, sarcástico e imaginativo no estaría mal.
Lo explicó :
Resulta que soy usuario, a diario y desde hace muchos años, de ese espacio, que sirve, sobre todo, de pulmón verde a nuestra ciudad (qué sería de Valencia sin él) por lo que paseo, voy en bici y práctico running en él casi todos los días, muchas veces con sobresaltos, cabreo y criando "mala leche".
Cuándo voy en bici, por el carril correspondiente, me encuentro a bastante gente que va andando por él o paseando al perrito, interrumpiendo el paso, cuando tienen todo el espacio del mundo para hacerlo. Pero claro, les debe de dar morbo hacerlo por ahí. Cuando voy paseando o corriendo por donde debo, muchas veces me adelantan, casi rozando, bicicletas y patinetes a gran velocidad, con el correspondiente sobresalto y cabreo (les insulto para mis adentros, sin alzar la voz) estando el carril bici a un metro de mí. ¡Pá matarlos!
De vez en cuando, voy corriendo por el correspondiente carril con el crono puesto, para examinar mi paupérrimo estado de forma, básicamente por la edad, y siempre hay gente paseando por él, familias enteras, con carrito de niño incluido, ocupando todo el espacio del carril, impidiéndote el paso, a no ser que te salgas de TU carril o practiques salto de pértiga para superarlos, y así poder seguir. También te encuentras, de vez en cuando, con ciclistas y patinadores, que lo deterioran, te atemorizan y cohiben.
A todo esto, sin la vigilancia y el mantenimiento que se merece dicho jardín - como todos - con lo cual se facilitan estas cosas. Somos un país en donde los maleducados abundan en demasía. ¿Será fruto del bipartidismo, que, desde que hay democracia, se han dedicado a derogar las leyes de educación del adversario para implementar las suyas?.
Seguramente, y si además, aquí tenemos a un conseller del ramo sectario y adoctrinador, al que, menos mal, la justicia le va derogando sus fatuas imposiciones lingüísticas, pues también ayuda a la mala educación.
Igual tendríamos que volver a lo que mi abuelo, de pequeño, me inculcada como algo esencial : Las Reglas de Urbanidad.
Por cierto, y para acabar, en el Parque Natural de la Albufera, que depende de este Equipo de gobierno, ya que la Albufera y su Devesa son de nuestra propiedad, desde el 3 de junio de 1927, pasa más de lo mismo. Lugares, vías e itinerarios restringidos para los ciclistas, con cartelería y señales de tráfico incluidas, se lo pasan por el arco del triunfo y, para más inri, la propia policía local mira para otro lado cuando los ve, o bien desconocen dicha normativa municipal - me lo han confesado a mí, in situ y en persona, cuando se la he mostrado, estando de voluntario en el Estany del Pujol - que, me imagino, el concejal de turno les dará las instrucciones oportunas para que actúen así o desconozcan la normativa.
¡País! que diría Forges.
Ya va siendo hora de que los valencianos le demos puerta a los actuales gestores municipales y autonómicos a base de trabajo político como toca, para conseguir los votos necesarios cuando llegue el momento.
Al sátrapa monclovita también le llegará su San Martín. Valencia necesita que le llegue su momento con unos gobernantes "amb trellat, il.lusió i ganes de treballar per VALÈNCIA
Comparte la noticia
Categorías de la noticia