Con
motivo de la celebración este 28 de abril del Día Mundial de la
Seguridad y la Salud en el Trabajo,
desde
el Consejo de Enfermería de la Comunidad Valenciana (CECOVA) y los
colegios de Enfermería de Alicante, Castellón y Valencia insistimos
sobre la necesidad de normalizar la grave situación en la que se
encuentran las enfermeras de nuestros centros hospitalarios obligadas
al manejo de medicamentos biopeligrosos sin las condiciones de
seguridad adecuadas. En una reciente carta remitida a la consellera
de Sanidad Universal y Salud Pública, Carmen Montón, ya repasábamos
el estado de la cuestión y en este día de reivindicación de los
derechos laborales no puede pasar sin que también lo recordemos.
La
prevención de riesgos en el trabajo es un derecho fundamental de los
trabajadores que recientemente se ha actualizado por el Consell en el
Acuerdo de 24 de marzo de 2017, que aprueba el Plan de prevención de
riesgos laborales de la Administración de la Generalitat Valenciana;
por ello no podemos admitir el desamparo al que se somete a los
profesionales de Enfermería. Con este plan el Gobierno valenciano
tiene, en sus propias palabras, el objetivo de mejorar las
condiciones de trabajo, elevar el nivel de protección de la
seguridad y de la salud del personal empleado público y lograr mayor
nivel de bienestar laboral. Por lo tanto no entendemos ni aceptamos
la laxitud en que se mueve respecto a la seguridad de las enfermeras
que ha saltado a la primera plana de los medios debido al reciente
caso de las enfermeras del Hospital Clínico de Valencia, una de
ellas embarazada, por negarse a manipular un medicamento peligroso.
¿O
es que hay trabajadores públicos de primera y de segunda categoría?
¿Acaso las normas fundamentales que rigen para unos no sirven para
los profesionales de Enfermería?
El
protocolo sobre medicamentos peligrosos aprobado por la Conselleria
en 2016 y actualizado dos veces es claramente insuficiente, ya que
deja campo abierto a que con la variable “situaciones de urgencia”
finalmente se justifique el manejo continuo de estos fármacos fuera
de las salas blancas sin las medidas de seguridad mínimas. Por eso,
desde el CECOVA instamos a la Conselleria a que se invierta todo lo
necesario para eliminar el riesgo, ajustando las medidas de seguridad
tanto dentro como fuera de las áreas de Farmacia, y que la regla
general sea la preparación de medicamentos peligrosos exclusivamente
dentro de ellas. Entendiendo que se pueden producir situaciones de
urgencia vital que no admitan espera para su preparación, reclamamos
una definición clara en el protocolo para que estos casos sean
excepcionales, siempre de forma justificada y cuando no haya
alternativa terapéutica para su uso.
La
vocación de cuidado que alienta a las enfermeras no puede ser carta
blanca para descuidar su seguridad y su salud en el puesto de
trabajo.
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