La directora del Centro de Arqueología subacuática,
Asunción Fernández, va a informar a la dirección general de Patrimonio que los
restos arqueológicos encontrados el sábado en Calp, con motivo de la limpieza
del fondo marino, es mejor que se queden “in situ”. Esta afirmación viene
motivada por la declaración de la Unesco sobre el patrimonio subacuático, y ha
sido ratificada por España.
El motivo que también alegará, según señaló en Calp
mientras observaba las fotografías tomadas a un cañón, es que “Calp ya tiene
cuatro fuera del agua para poder exhibir este patrimonio, y que fuera del agua
se oxidan. El agua del mar los conserva, el hierro se oxida con facilidad, algo
que dentro del mar no sucede porque ha alcanzado estabilidad y con el oxígeno
de la atmósfera se deteriora”.
Junto a esos cañones, en principio podrían haber
tres, aunque no se han fotografiado los otros dos -uno de 90 centímetros, otro
de 2,80 metros y otro de 2,40 metros- se encontraría la galera que los
transportaba. Todo ello de mediados del s.XVI. En el informe se incluirá que
todo el conjunto adquiere un valor tan importante como para cursar notificación
al director de Puertos y advertir de que, en caso de realizar obras en el
puerto de Calp, sería necesario realizar excavación arqueológica incluida en el
impacto ambiental. Y ahí el estudio podría demorarse 10 años.
Aunque desde el Centro de Arqueología no reconocen
la prisa por iniciar ninguna excavación, los restos están protegidos debajo del
mar, si se sugerirá en el informe de Fernández, instar a algún circuito
subacuático para poder observar el conjunto de cañones -si es que sólo se
encuentran tres y no más, que no se descarta la posibilidad de que hayan más
cantidad e incluida la munición- a través de una especie de museo turístico o
barco con visión acuática.
Estudio necesario
El Centro si dedicará una mañana al estudio de las
piezas. Para ello realizará una extracción, los depositará en algún almacén
cercano y medirá, dibujará, documentará y realizará las fotografías para su
documentación.
Previamente, debe contar el número de cañones que
hay y programar el proceso. Después, serán devueltos al mar.
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