Mujeres árabes aprendiendo castellano El perfil de los usuarios que demandan información en el CDR
Palancia MIjares desde que se ha instalado en el municipio de Altura se ha
diversificado.
Un grupo de nuevas visitantes es el colectivo de mujeres alturanas
de origen árabe. El CDR Palancia Mijares ha descubierto que la situación actual
de este colectivo de mujeres no ha mejorado desde que se instalaron en Altura
hace más de una década.
La inclusión social de este colectivo se ha visto frenada en gran
medida por su dedicación exclusiva al cuidado del hogar y de los hij@s. Es un
grupo que no ha adquirido las competencias básicas en castellano.
La demanda que este grupo ha transmitido al equipo del CDR ha sido
clara: «Queremos hablar castellano y trabajo remunerado».
Hablar el castellano es el punto de partida. Es necesario para
poder realizar trámites, comunicarse con el personal médico, hacer la compra, o
simplemente poder interaccionar con otras madres o mujeres en el parque. Pero
también para poder optar a un trabajo remunerado, formarse, sacarse el carné de
conducir y poder optar a otros trabajos fuera de su municipio, acudir al
hospital, etc.
Desde esta necesidad se ha cubierto las clases de castellano a través
del Programa de Voluntariado del CDR. Las clases las dan dos mujeres
comprometidas y generosas, una profesora retirada y una educadora social.
Acaban de comenzar las clases y manifiestan que la experiencia está siendo muy
gratificante, por el carácter divertido de las «chicas árabes» (como ellas se
autodenominan) y por su nivel de implicación en el aprendizaje.
Nos queda un largo camino para una verdadera inclusión. Tienen que
aprender el idioma, mejorar sus competencias sociolaborales. De este modo podrán
crear espacios interculturales en el municipio, apoyar su participación
socio-comunitaria y política, favorecer el asociacionismo, visibilizarlas y
darles voz. Están todas (CDR y mujeres árabes) muy motivadas para recorrer el
camino juntas.
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