Tras un tiempo cerrado cerrado, en el año 1987, impulsado por un grupo
reducido de jóvenes y con Don Vicente Gozálvez, el actual párroco de Santa
Marta —que por aquellos años era un poco más joven—el Centro Juniors Apocalipsis
abrió de nuevo sus puertas para acoger y reunir a niños y jóvenes del Puçol.
El actual grupo de educadores, a la cabeza del cual se encuentra Marta
Gimeno, decidió que este año tenía que ser especial y por ello organizaron una
serie de actos cuyo objetivo principal ha sido el reunir a antiguos educadores,
niños y padres a lo largo de tres días: del 2 al 4 de noviembre de 2012.
Tras unas largas de duro trabajo, de ponerse en contacto con antiguos
educadores, recoger material antiguo para poder realizar una exposición de
recuerdos, el viernes 2 de noviembre a las 18 horas se abría la exposición de
recuerdos establecida en el Centro Juniors Apocalipsis en la calle Ildefonso
Fierro. Las dos salas del Centro se han llenado de fotografías de campamentos,
desde fotos en blanco y negro a las más recientes en un formato digital. Así
también camisetas, objetos hechos a mano (tanto en campamentos como en
actividades de sábado tras sábado), libros de programaciones y un largo
etcétera de materiales que han servido para que la gente rememore momentos
vividos y especiales.
Esa misma noche, la del viernes, l'Espai Jove se vistió de gala para
reunir a los educadores, así como antiguas cocineras e hijos y actuales parejas
de todos estos jóvenes que han llenado la historia de Puçol con sus actividades
dedicadas a los valores de la vida, a Dios y a la Iglesia. Una celebración que
comenzó con una cena, y seguidamente una gala presentada por dos antiguos
educadores: Rosana Bermúdez y Toni García.
En la gala se presentados vídeos con entrevistas que retrataban la
historia y evolución del Centro Juniors Apocalipsis. Los presentadores, entre
video y video llamaban a algunos presentes para que relataran anécdotas vividas.
Hubo tiempo también para los homenajes, tanto a personas que ya no están entre
nosotros, como a Don Vicente, párroco de Santa Marta, y a Antonio Picón,
educador que lleva casi 30 años en el centro, ayudando y colaborando al 100%.
Ya el sábado, siguió la exposición en el Centro Parroquial y por la
tarde, como cada sábado, el centro se llenó de niños y niñas dispuestos a
participar en actividades especiales dedicadas al aniversario.
Tras esto, a las 7 se celebró una multitudinaria misa en la Parroquia de
Santa Marta que contó con la presencia de educadores (actuales y antiguos),
niños y niñas, padres, madres, así como también representantes del Movimiento
Juniors Diocesano de Valencia que quisieron ser testigos de la celebración de
este aniversario.
Por la noche, y en un tono ya más festivo, la Antigua Estación de Renfe
reunió cerca de 400 personas. Tuvo lugar una noche de paellas, aunque algunos
prefirieron las facilidades de la torrà, y después, para clausurar el día, una discomóvil
animó el ambiente y tanto niños como padres y educadores se sumaron a los
diversos bailes.
Unas celebraciones emotivas, especiales, mágicas, que se alargaron
durante tres días (el domingo continuó la exposición) y que han sido el fruto
de semanas de trabajo, recolección de material, investigación de la historia
vivida, captación de imágenes…
Un trabajo que hubiese sido imposible sin la colaboración de todos los
que por el Centro han ido pasando, pero sobre todo, no hubiese sido posible sin
el grupo actual de educadores, capitaneados por Marta Gimeno, que han pasado
tardes y noches en el Centro Juniors Apocalipsis para que las bodas de plata
tuviesen las celebraciones merecidas.
¡Siempre unidos!
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