El Centro Ocupacional Camp de Túria da servicio a 40 personas de nuestra comarca Cuarenta personas acuden todos los días hasta Riba-Roja para participar en las actividades del Centro Ocupacional de Riba-Roja, el centro para personas con diversidad funcional dependiente de la Mancomunidad del Camp de Túria.Sus usuarios son conocidos por sus trabajos de artesanía, manufacturan cestos artesanales y figuritas de cerámica, pero la actividad del centro no se limita a los meros trabajos manuales.
Según explica el director y psicólogo del centro, Jóse Luis Mejías el trabajo en el que más incide el equipo del Centro Ocupacional Camp de Túria—formado por un equipo multidisciplinar de ocho personas—es el del desarrollo social de sus usuarios, puesto que adquirir autoestima, aprender a detectar sus necesidades y saber manejarse con los imprevistos que pueden surgir en el contacto con los demás es, según explica Mejías, esencial a la hora de que una persona con diversidad funcional consiga un trabajo que le permita vivir con dignidad.
Por este motivo se programan actividades fuera del recinto del centro, como visitas a la piscina, salidas a restuarantes, e incluso unos viajes, que se realizan en invierno, fuera de la localidad, donde los propios usuarios deciden como se repartirá el tiempo una vez llegados a la ciudad de destino.
Las actividades laborales también se rigen por el principio de conseguir una mayor autoestima e interacción con la sociedad de los usuarios del centro. De esta manera se han establecido convenios con los ayuntamientos de Riba-Roja y L’Eliana para que dos usuarios realicen labores de subalterno en contrato de prácticas, incluso están ayudando en las labores de recogida selectiva de residuos. “Este es un trabajo del que estamos muy orgullosos porque permite que las personas con diversidad funcional sean las que den ejemplo, y enseñen, al resto de la sociedad”.
Otro de los puntos de interacción social importantes son los trabajos de jardinería, que comparten actividades con otros cursos formativos abiertos para personas sin discapacidad, y en los que se logra romper con muchos de los tópicos que tiene la gente sobre la vida de las personas con diversidad funcional. “Cuando la gente se acerca y conoce de verdad lo que piensa que es diferentes suele pasar que acaba dándose cuenta que lo diferente es bastante normal” explica Mejías.
Los usarios son formados en las más distintas materias, que pueden ir desde el uso de nuevas tecnologías hasta talleres específicos de sexualidad y materias afectivas, que les permita entender y saber vivir sus necesidades.
Otro de las directrices marcadas desde el centro es la transparencia con las familias de los usuarios. De esta manera los miembros del equipo de profesionales del Centro Ocupacional Camp de Túria no sólo atienden cualquier duda que surja a padres o tutores de los usuarios. sino que el mismo centro monitoriza con que familias no se ha tenido suficiente contacto, por cualquier motivo posible, y se celebra con ellos una evaluación para informarles de los últimos avances logrados por su familiar.
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